Año nuevo, vida nueva. Cada 1 de enero miles de fumadores se proponen dejar de fumar, ir al gimnasio, comer de forma saludable, pero los buenos propósitos a veces se olvidan pasados unos días. Los datos indican que los fumadores necesitan una media de cinco intentos para llegar al objetivo de abandonar el tabaco. Además una vez lo consiguen, los expertos señalan que pasados dos o tres años desde que una persona encendió el último cigarrillo, se puede considerar que ha superado esta adicción, y las posibilidades de volver, que no obstante siempre existen entre los exfumadores, disminuyen tras ese periodo de manera importante.
La motivación del fumador para dejar la adicción es fundamental para dar este paso y conseguirlo. Pero si además cuentas con ayuda de profesionales expertos, bien con apoyo psicológico o también con soporte farmacológico, el éxito para conseguir este fin aumenta.
En la actualidad, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de Albacete tiene en marcha tres cursos de deshabituación tabáquica, a una media de entre ocho y 10 participantes por grupo, que se distribuyen en siete sesiones semanales de 90 minutos y una sesión de seguimiento quincenal. El proceso se encuentra dividido en tres fases: preparación, abandono y mantenimiento. En algunas de estas sesiones, que mayoritariamente imparte la psicóloga Eva Valero, se cuenta con la presencia de un farmacéutico colegiado del Grupo de Abordaje del Tabaquismo que se creó en su día en el seno del Colegio Oficial de Farmacéuticos, para ayudar a los pacientes en la cesación tabáquica, algo que hacen de manera desinteresada para ayudar y colaborar con la asociación, puesto que son cada vez más las farmacias de la provincia que cuentan con un servicio de deshabituación tabáquica para ayudar a sus pacientes en la cesación. Para ello, tal y como informó el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Albacete, José Javier Martínez Morcillo, los farmacéuticos que realizan esta tarea utilizan los mismos protocolos que se usan en otras estructuras sanitarias, fruto de la formación que han venido adquiriendo durante años en abordaje del tabaquismo.
El año pasado la AECC ayudó a decir adiós al tabaco a 24 personas, con una tasa de éxito del 60%. Para la AECC es importante apoyar a aquellas personas que quieran decir adiós al tabaco. «Querer dejar de fumar es fundamental, pero también saber cómo hacerlo y sentirse capaz de ello. El contar con el apoyo adecuado aumentará las probabilidades de éxito», aseguró la psicóloga Eva Valero, una de las encargadas de impartir la terapia psicológica a los fumadores.
El programa psicológico para dejar de fumar combina múltiples técnicas para dotar a los pacientes de habilidades prácticas para lograr y consolidar la abstinencia. En la primera fase, la de preparación, la intervención está centrada en la información sanitaria y en la motivación. En la segunda, la de abandono, se incide en el control del síndrome abstinencia y en el refuerzo de habilidades y conocimientos enfocados al abordaje de problemas que puedan surgir. Y la tercera es la fase de mantenimiento o de prevención de recaídas.
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