Desarticulan una organización que defraudó millones de IVA

Redacción
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Durante el operativo se han efectuado seis registros en Albacete, Valencia, Pontevedra y Almería, donde se intervinieron 15 vehículos valorados en un millón y medio de euros

Varios de los vehículos intervenidos en la operación. - Foto: Guardia Civil

La Guardia Civil y la Agencia Tributaria, en el marco de la operación Drosipan-Termino, han desarticulado una organización delictiva que utilizaba un entramado de sociedades instrumentales ficticias situadas en Portugal para introducir vehículos en España procedentes de Alemania. Una vez en nuestro país, la trama vendía los vehículos mediante sociedades distribuidoras sin el correspondiente pago de impuestos. Con esta mecánica, la organización habría introducido vehículos por valor de 35,3 millones de euros entre 2017 y 2021, defraudando 7,3 millones de euros de cuotas de IVA.

En el marco de la operación se ha detenido a ocho personas, entre ellos el cabecilla de la organización, así como otros responsables y organizadores de la trama, cómplices y beneficiarios del fraude. De igual forma, se han efectuado seis registros domiciliarios en las ciudades de Albacete, Bellreguard (Valencia), Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) y Almería, que han permitido la incautación de 15 vehículos valorados en un millón y medio de euros y de abundante documentación en papel e informática sobre las operaciones fraudulentas detectadas y cuyo análisis permitirá añadir elementos de prueba a los ya obtenidos en la investigación judicial hasta el momento.

A su vez, se han adoptado medidas cautelares con el bloqueo de cuentas bancarias de las empresas implicadas en la trama de fraude.

a investigación, se inició a raíz de una denuncia presentada por la Dependencia Regional de Inspección de la Agencia Tributaria en Castilla-La Mancha tras un procedimiento de investigación previo que había desarrollado sobre las sociedades implicadas en la trama. Gracias a las actuaciones realizadas por los investigadores, se detectó una serie de matriculaciones que resultaban sospechosas.

El fraude utilizado por la trama arrancaba con una serie de sociedades ficticias españolas, conocidas como ‘truchas introductoras’. Estas sociedades simulaban la compra directa a proveedores europeos de vehículos usados que ya estaban matriculados en el país de origen. Al tratarse de adquisiciones intracomunitarias de bienes en régimen general de IVA, las sociedades españolas obtenían los vehículos exentos de IVA.