Condenado a tener una vivienda inaccesible

Josechu Guillamón
-

José Manuel Pérez Jiménez tiene una discapacidad del 77% y su silla no cabe en los ascensores de su edificio, que están en plena reforma, sin tener en cuenta que no puede acceder a su casa

José Manuel Pérez Jiménez, entre su padre José Luis y su hermana Yolanda. - Foto: Y. P. J.

En el año 1993, José Manuel Pérez Jiménez sufrió un accidente de tráfico. Cuando él estaba parado con su moto lo arrolló un coche que lo arrastró 90 metros, lo que provocó que quedara en coma y que pasara cinco años en el hospital.

A pesar de la gravedad del accidente, logró salir adelante, aunque su vida quedó ligada para siempre a una silla de ruedas, como comenta su hermana, Yolanda Pérez. «Se quedó con una minusvalía de grado máximo y desde entonces se quedó en silla de ruedas».

Aunque él reside en Valencia, la familia visitaba con mucha frecuencia Albacete, tanto en vacaciones como en Feria, puesto que la madre de José Manuel y Yolanda era albacetense. Sin embargo, las visitas se han ido reduciendo de forma progresiva, hasta ser prácticamente nulas en los últimos dos años, ya que José Manuel no puede acceder a la vivienda, debido al reducido tamaño de los dos ascensores del edificio, ubicado en Tesifonte Gallego 10, como señala Yolanda Pérez. «Mi hermano tenía antes los músculos más fuertes, pero se ha ido degradando con el paso del tiempo. Antes, entre mi padre y yo, podíamos levantarlo, pero ahora está más flojo y no podemos levantarlo de la silla y su silla de ruedas no entra en el ascensor».

Y es que José Manuel Pérez mide casi dos metros, concretamente 1,95 metros, y pesa 140 kilos y la silla de ruedas eléctrica que tiene pesa 150 kilos más y además por sus circunstancias tiene que subir al ascensor con otra persona, porque él solo no puede hacerlo, con lo que ninguno de los ascensores le permite acceder a su vivienda, ubicada en el octavo piso. «La comunidad conoce desde el primer momento la situación especial de mi hermano tras el accidente de tráfico y su deterioro físico que ha ido a más con los años, hasta el punto de no tener autonomía ninguna, lo que le ha impedido vivir en esta vivienda de Albacete».

Posible solución. La posible solución al problema llegó con las obras de modernización de los ascensores en materia de «accesibilidad universal», según se recogía en el acta de la Junta General Ordinaria de la Comunidad, llevada a cabo el 3 de mayo de 2021. El padre de José Manuel, José Pérez Vázquez, copropietario de la vivienda junto a sus hijos, formuló su voto en contra de la instalación de dos ascensores, indicando la mayor pertinencia de la instalación de uno sólo de mayor tamaño y capacidad, algo que no se recogió en acta. «No cumplen los requisitos mínimos para permitir la accesibilidad de mi hijo a su vivienda, cuestión que quedaría solventada con la instalación de un solo ascensor de superior cabida».

Algo que, según José Pérez, «no cumple la normativa de accesibilidad», puesto que los nuevos ascensores tendrán una anchura de 88 centímetros y deben tenerla, como mínimo, de 100 centímetros de anchura, aunque la familia reclama que tenga el ancho necesario para que acceda la silla de José Manuel. Por ello han reclamado la paralización de las obras que se iniciaron sin conocimiento de la familia, que ha reclamado a la Gerencia Municipal de Urbanismo, sin recibir respuesta, igual que les ha sucedido con el administrador del edificio, como aclara Yolanda. «Llevo seis meses intentando hablar con el administrador, le mando emails, le llamo por teléfono y ni me contesta, pero es que encima me he tenido que buscar un letrado y le  he mandado tres burofax y no contesta. No han querido contar con nosotros para nada y son todos conocedores de las circunstancias de mi hermano».

Más información en la edición impresa y en la APP de La Tribuna de Albacete https://latribunadealbacete.promecal.es