Refuerzan el tratamiento contra la procesionaria en Tobarra

G.G.
-

Explica la edil de Medio Ambiente, Esperanza Martínez, que la actuación de este año se inició hace unos días en las arboledas de la zona de La Granja

Imagen de archivo de tratamiento contra la procesionaria - Foto: G. González

La edil de Medio Ambiente, Esperanza Martínez, da cuenta de que, por parte de los servicios municipales, «se está procediendo a realizar un tratamiento contra la procesionaria de los pinos en distintas zonas de arboledas públicas del casco urbano y las pedanías de la localidad». Esperanza Martínez cuenta a La Tribuna de Albacete que desde el Ayuntamiento  «se suelen realizar dos  limpiezas periódicas o sulfatadas, en febrero y octubre; y otras dos instalaciones de trampas con feromonas en junio y septiembre, mes en el que procedemos a retirar las bolsas». La actuación de este año se inició hace unos días en las arboledas de la zona de La Granja donde se encuentra el IES y el colegio Cristo de la Antigua y los accesos al Cementerio Municipal, y en las pedanías». Afirma la responsable de Medio Ambiente que por donde se ha actuado, con medios propios, los pinos están totalmente limpios, ya  que se les ha realizado el tratamiento y, además se les ha retirado las bolsas, algo que no podemos hacer, como es lógico en los pinos de propiedad privada, por eso hacemos un llamamiento a los vecinos, primero para que nos avisen si ven algún árbol con procesionaria, para que procedamos a limpiarla si es público».

Tratamientos intensivos.  En concreto se están realizando tratamientos intensivos y retiradas de las bolsas en las zonas de propiedad municipal y se aconseja a los propietarios de pinadas «que hagan lo mismo, incluso pueden asesorarse en el Ayuntamiento, ya que suelen proliferar de cara a la primavera y el verano, con evidente riesgo para quienes las toquen». Hay que recordar que para la proliferación de estos insectos, influyen los factores ambientales, especialmente las altas temperaturas. La oruga «suele presentarse siempre en forma de procesión (ligadas unas a otras) y ubicarse cerca de los pinos donde instalan las bolsas, en las que se desarrolla la larva y son precisamente esas procesiones lo que resulta muy llamativo para los niños, que tienden a tocarlas para entender lo que son».  Los expertos coinciden en que las larvas procesionarias suponen «un riesgo para la salud, tanto para las personas como para los animales». Y es que, «si se inhalan los pelos de las orugas, que son muy finos, se pueden sufrir reacciones alérgicas y urticaria, sobre todo en los más pequeños y los mayores con algún problema respiratorio, ya que ahí suelen ocultar su veneno».