«Tenemos ciencia para hacer frente al cambio climático»

Antonio Díaz
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La asociación Aluex reanuda su programa de conferencias en el salón de actos de la Diputación. Pablo Ferrandis Gotor, director general del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, habló sobre La naturaleza frente al cambio climático

Pablo Ferrandis Gotor. - Foto: Arturo Pérez

La asociación Aluex reanuda su programa de conferencias en el salón de actos de la Diputación. Pablo Ferrandis Gotor, director general del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, habló sobre La naturaleza frente al cambio climático y comentó a La Tribuna de Albacete distintos aspectos de su intervención.

¿Por qué eligió este tema para la conferencia?

Porque el cambio climático ahora mismo, a nivel de ecología, a lo que me dedico profesionalmente, en concreto a la investigación en ecología, es un campo de trabajo de gran interés por las consecuencias que tiene para la naturaleza,  incluso dramáticas, también para la sociedad. 

¿Podemos hablar de una amenaza?

Sí, el cambio climático, es un desbarajuste en la naturaleza, porque las especies están adaptadas a lo largo de la historia, de la vida en la Tierra,  a unas temperaturas y condiciones de humedad y disponibilidad de agua determinadas. Eso es modificar las bases del sustento de los organismos de la Tierra, con lo cual, lo que va a hacer es poner patas arriba la naturaleza y todo el sistema Tierra, por eso es una amenaza, por lo menos para las sociedades tal y como hoy las concebimos y tal y como están organizadas, por eso hay que buscar soluciones eficientes.  

Aunque el individuo sea consciente del problema, ¿a nivel de sociedad y de gobiernos, hay tiempo para revertir ese cambio?

A tiempo estamos. Creo que con la pandemia de la Covid lo hemos visto, tenemos tecnología y capacidad científica suficiente para hacer frente a situaciones difíciles y dramáticas para los seres humanos.  Por supuesto, tenemos ciencia y tecnología suficiente para hacer frente al cambio climático, el problema es que los equilibrios geopolíticos y de las grandes potencias a nivel mundial están establecidos sobre la base del uso de combustibles fósiles. El problema es que aunque los individuos podamos tener muy claro que queremos abandonar el uso de combustibles fósiles para reducir este problema del cambio climático, los Estados y las grandes potencias mundiales lo tienen que tener muy claro y, a lo menor, las grandes potencias ven su hegemonía política y geopolítica, porque se ven amenazadas. 

¿Qué puede hacer una persona, la sociedad?

Creo que está claro que, como individuos, tener conciencia del problema y actuar en consecuencia, intentando ser respetuosos a nivel individual con el medio ambiente y reducir al mínimo, por nuestra parte, las emisiones de gases de efecto invernadero. Al mismo tiempo, exigir a nuestros políticos en un sentido constructivo y empezar a ser intransigentes y además,  exigir medidas en los programas electorales contra el cambio climático.  

¿Cuáles son las líneas que deben seguir ustedes?

Los ecólogos llevamos tiempo dándonos cuenta, a través de diversos estudios, y comprobado determinados efectos, en mi caso, en comunidades vegetales, básicamente.  Lo que pienso es que hacemos una labor interesante, investigamos lo que sucede en la naturaleza y creo que debemos tener una capacidad mayor de llegar a la sociedad, de contar lo que está pasando y lo que estamos viendo, no quedarnos solo en la dimensión científica y académica. De alguna manera, ponerlos las pilas en la transmisión de los conceptos e ideas que estamos desarrollando y transmitirlas mediante la divulgación científica al resto de la sociedad. Además, hay que mandar un mensaje positivo, porque de nada sirve decir que tenemos un cambio climático crítico, lo que tenemos que buscar los científicos son soluciones y contarlas a la sociedad. Insisto, tenemos una capacidad tecnológica hoy, a nivel mundial, suficiente para encontrar soluciones, contarlas y aplicarlas.  

¿Por dónde hay que comenzar ese cambio?

A nivel individual y luego,  esto ya sucede, estar en contacto con el Estado, asesorando para encontrar soluciones y buscar foros internacionales donde los científicos, junto con los gestores, podamos interactuar y procurar que haya un trasvase de conocimiento tecnológico para poner en marcha soluciones efectivas y esto ya existe, lo que pasa es que la voluntad tiene que ser, a nivel mundial, de cambiar la economía y buscar energías alternativas, que existen.