«He tenido la enorme suerte de trabajar en lo que me gusta»

Antonio Díaz
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Juan Manuel de la Cruz Muñoz se jubila, deja la dirección de la Biblioteca Pública del Estado de Albacete, después de más de 23 años en la institución y comentó a La Tribuna de Albacete sus sensaciones ante esta nueva etapa

Juan Manuel de la Cruz. - Foto: Arturo Pérez

Juan Manuel de la Cruz Muñoz se jubila, deja la dirección de la Biblioteca Pública del Estado de Albacete, después de más de 23 años en la institución  y comentó a La Tribuna de Albacete sus sensaciones ante esta nueva etapa, a la vez que valora sus años de dedicación, al frente de un gran equipo.  

¿Cuándo es efectiva esa jubilación como director?

Hoy (por ayer) cumplo 65 años y me jubilo. Legué en 1999, hace 23 años, cuatro meses y 16 días. Vine de la Biblioteca Nacional para una experiencia profesional y tenía la intención de estar, dos, tres años, en Albacete, cuatro años como mucho, pero la ciudad me enamoró, la biblioteca me cautivó y aquí me he quedado todos estos años y me he jubilado.  

Vino de la Biblioteca Nacional, de Madrid. 

Así es. Yo nací en un precioso pueblo de Ávila, Candeleda, en la Sierra de Gredos, pero mi infancia y adolescencia, que es un poco lo que me marca, las pase en Madrid, donde viví hasta que me vine aquí. Llegué de la Biblioteca Nacional de Madrid, para una experiencia profesional y me enamoró la ciudad y la biblioteca y los tres o cuatro años que yo tenía pensado, se han convertido en 23 años.  

¿Qué balance puede hacer de tantos años al frente de la Biblioteca Pública?

Sencillamente, maravilloso. No ha sido exactamente un trabajo, ha sido una forma de vida, de entender la vida. He tenido la enorme suerte de trabajar  en lo que me gusta, en la biblioteca, que ha sido mi vocación y mi ilusión. La biblioteca para mí, ha dado sentido a todos estos años, pero además, cuando yo hablo de la biblioteca, no me  refiero a un edificio; a mis compañeros, claro, pero también a la sociedad, a lo que significa una biblioteca en el siglo XXI, a mis compañeros, con los que he trabajado codo a codo todos estos años, a los ciudadanos, que han utilizado masivamente nuestros servicios y a montones de asociaciones y particulares que han venido a la biblioteca a ofrecer sus capacidades. La biblioteca ni puede ni quiere caminar sola, formamos parte de una comunidad y esa comunidad es la que nos marca. 

Como siempre dice, no es un almacén de libros.

Sin duda. Hace mucho que dejaron de ser un almacén de libros, un contenedor de cultura. Fuimos difusores y ahora ya no solo queremos ser difusores de cultura, queremos dar a los ciudadanos la oportunidad de que muestren a los demás las capacidades que tienen y lo que saben hacer, colaborar con la sociedad y con eso me quedo. Es una comunidad la que hemos formado entre bibliotecarios, ciudadanos, asociaciones, gente que ha venido a ofrecer a los demás lo que sabe hacer y colaborar con nosotros, encontrando en la biblioteca su espacio. Cuando hablo de la biblioteca a eso me refiero, un entorno que formamos, compañeros, ciudadanos que vienen a ofrecernos su colaboración o lectores; es un centro social de primera y todo eso es la biblioteca. En el centro de nuestro trabajo están las personas porque una biblioteca está pensada para y por los ciudadanos, que son los verdaderos protagonistas de la biblioteca  y del mundo de la cultura. Es una biblioteca humana. 

Usted es también responsable de los grandes cambios en esa Biblioteca Pública.

Sería pretencioso por mi parte. Es la sociedad la que ha caminado, yo he puesto mi granito de arena, con todo mi entusiasmo para facilitar las cosas, pero esto es una tarea de todos para conseguir una biblioteca humana, insisto, de puertas abiertas, un centro difusor donde están funcionando ahora 25 clubes de lectura. Esas ventanas y puertas de la biblioteca están abiertas de par en par y somos receptivos a todo tipo de propuestas.

¿Y a futuro?

Bueno, si el futuro nos manda a una biblioteca digital, a una biblioteca online, mi opinión es que tiene que ser híbrida, tiene que ser una biblioteca con servicios virtuales, por supuesto, y la nuestra está a la última en esos temas, tenemos servicios  en stream, estamos en todas las redes sociales, de Facebook a Instagram,  tenemos página web, por supuesto y estamos en el mundo virtual, digital, pero no olvidamos el factor humano. La persona está en el centro de nuestro trabajo y no despreciamos en absoluto lo digital, una biblioteca desde casa, que sea cómoda y atienda esas necesidades, pero de ninguna manera olvidamos esa biblioteca de contacto social y personal, porque mucha gente también ha encontrado aquí su vida social  y vienen a la biblioteca a multitud de actividades. Si eso siempre ha sido importante en la biblioteca, creo que ahora, todavía más.  

Tras la esperada jubilación, ¿qué planes tiene?

Pues jubilarte viene de júbilo. Dijo el futbolista Jorge Valdano, cuando terminó su etapa  que se acabó el recreo. Eso  se dice, que se acabó el recreo o en plan más literario, colorín colorado, este cuento se ha acabado, pero ni se ha acabado el recreo ni este cuento se ha acabado tampoco. El cuento sigue y hay que seguir escribiendo, línea tras línea, ahora en otras tareas, en otros escenarios y de otras formas, disfrutando de otras cosas que, a lo mejor hasta ahora no he podido por falta de tiempo, pero relacionado con el mundo de la cultura y enamorado de esta ciudad, de esta región. De aquí en adelante hay nuevos proyectos y nuevos planes.  

¿Se plantea de alguna forma colaborar con la biblioteca que ha dirigido hasta ahora?

Bueno, para lo que me necesiten ahí estaré. También las bibliotecas necesitan sangre nueva; la sociedad ha cambiado mucho y la biblioteca es hija, madre y hermana de la sociedad, estamos integrados y caminamos con la sociedad, con lo cual siempre estamos haciendo ejercicios de adaptación y para eso son muy importantes nuevas personas, nuevas ideas y nuevas fórmulas. En realidad, para hacer lo mismo, para  difundir y crear cultura, por supuesto para ayudar a crear cultura y ese es nuestro objetivo y lo va a seguir siendo, pero ahora hay nuevas herramientas, nuevas fórmulas y entonces que llegue un empujón de sangre nueva, de gente joven, con nuevas ideas y proyectos realmente va a venir muy bien. Está claro que nadie es imprescindible  y, además me voy con la confianza, con la tranquilidad y serenidad de que la biblioteca queda en muy buenas manos, porque el equipo que hay ahora mismo es extraordinario y seguirá funcionando con nuevos bríos e ilusiones, seguro.