La implantación del llamado Código Trauma en la provincia de Albacete cumple 10 años. Sus antecedentes se remontan a principios del año 2011, cuando tras asistir a una reunión científica sobre manejo del paciente traumático grave, profesionales del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete se pusieron a trabajar en la mejora de la atención a los pacientes con traumatismo grave que llegaban al centro hospitalario.
Desde entonces hasta ahora, la activación de este Código ha salvado cientos de vidas. De hecho en esta década de andadura de este protocolo de actuación, siempre bajo la premisa de que para que exista un correcto funcionamiento es primordial la coordinación entre los equipos de profesionales sanitarios que intervienen, han sido atendidos con este procedimiento unos 1.000 pacientes tanto dentro como fuera del centro hospitalario albacetense, lo que ha permitido reducir tiempos de traslado, diagnóstico y tratamiento y en definitiva mejorar los resultados clínicos relevantes.
Pero hasta su inicio, el trabajo fue arduo e intenso, con la creación de un grupo de trabajo, reuniones, cursos, revisiones de artículos científicos, etc. El objetivo de este proyecto y de sus impulsores, el entonces jefe del Servicio de Anestesia y Reanimación, el doctor Ramón Peyró, y del actual en funciones, el doctor José María Jiménez Vizuete, era más amplio, y pasaba por crear un sistema nacional de Trauma, tal y como funciona en Estados Unidos. Llegaron incluso a presentar un proyecto de ámbito nacional ante un alto cargo del Congreso de los Diputados, pero sin éxito.
La patología traumática grave, tal y como afirman los doctores Jiménez y Peyró , es «tiempo dependiente», es decir, que los resultados clínicos en términos de morbi-mortalidad dependen del tiempo que transcurre desde que el paciente sufre el traumatismo hasta que recibe el tratamiento adecuado a nivel hospitalario.
El Código Trauma es un procedimiento por el cuál el equipo sanitario de la Guets que atiende al paciente traumático grave, avisa al equipo hospitalario de atención al trauma de la llegada del paciente, informando de las lesiones sospechadas, situación hemodinámica y tiempo estimado de llegada. Todo ello se realiza a través del centro coordinador del Servicio de Urgencias y Emergencias sanitarias del 112. Esta información, que es recibida por el anestesiólogo de guardia de la Unidad de Reanimación, permite la activación del equipo de trauma y del protocolo hospitalario, lo cual reduce los tiempos de diagnóstico y de tratamiento y, en definitiva, la mortalidad de los pacientes.
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