«Juan Amo, como gran maestro, ha creado escuela»

Antonio Díaz
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El salón de Plenos del Museo Municipal, antiguo Ayuntamiento de la capital, acogió la conferencia Juan Amo Vázquez, el hombre, a cargo de Agustín Peiró Amo

Agustín Peiró Amo. - Foto: Arturo Pérez

El salón de Plenos del Museo Municipal, antiguo Ayuntamiento de la capital, acogió la conferencia Juan Amo Vázquez, el hombre, a cargo de Agustín Peiró Amo. El arquitecto, sobrino del artista plástico albacetense, comentó distintos aspectos de su intervención, enmarcada en la exposición antológica Juan Amo. Homenaje al pintor de La Mancha. 

Además de la relación familiar, le unía con Juan Amo una estrecha amistad. 

Absoluta, de amistad fraternal. Él era el pequeño de cuatro hermanos y la mayor era mi madre. Me llevaba 11 años, entonces, era como mi hermano mayor. Además, esa indicación, como hermano, coincide con la que el propio Godofredo Giménez le asigna en el vídeo de la exposición. Godofredo, grandísimo amigo de Juan, es también  de la familia y en el vídeo que se ha hecho para la exposición habla de Juan como de un hermano. En ambos casos hablamos de Juan Amo, figuradamente, como de un hermano, con una amistad muy estrecha y directa, sobre por la personalidad riquísima y entrañable que caracterizaba a Juan, desde el punto de vista humano y artístico. 

Podemos decir que era un gran humanista. 

Así es, era un gran humanista y en alguna medida, contribuyó a que yo también tenga ese rasgo, en mi forma de actuar en la vida, tanto profesionalmente  como en cualquier circunstancia. Para mí, el ideal es Grecia, Roma y el Renacimiento, pilares que conforman la personalidad. 

¿Cómo era artísticamente?

Juan Amo Vázquez era un pintor de la Escuela de San Fernando, el academicismo más selecto, ya que los más grandes pintores han pertenecido a la Academia;como académicos y como alumnos de la Escuela de Bellas Artes. El propio Goya era de la Academia y de ahí igualmente Antonio López. Lo académico era como una forma de plantearse la vida desde el punto de vista artístico, pero siempre con un gran respeto a la personalidad de quienes allí se formaban y además, la Academia tuvo una importancia relevante en los nuevos estilos y tendencias y todo eso se plasmaba en una libertad de acción para los que allí se formaban y Juan era uno de ellos. Su pintura es única, propia, no copia ni se integra en ningún movimiento al uso, con un propio criterio y forma de hacer las cosas. Juan era una personalidad de una relevancia enorme.  

Un pintor que deja huella en la pintura regional. 

Lo ha dejado en la pintura castellano-manchega y en el ámbito nacional, porque Juan Amo, como gran maestro, ha formado, ha creado escuela.  De hecho hay muchos pintores, alguno de los cuales hablan en el vídeo que acompaña a la exposición,  que no es que lo reconozcan, lo elogian y lo asumen y están honrados de formar parte de esa escuela y esa forma de hacer. No solo en la región, también a nivel nacional, como decía, porque a la gente le gusta su pintura, percibe que es bella, pero a la vez  es muy crítica, aunque no lo manifieste siempre o no se sepa advertir o tener en cuenta. Hay una crítica amable y luego hay una crítica áspera, pero no quiere decir que la suya no tenga fuerza. En todo caso Juan no es una persona agresiva en su denuncia, siempre hay un tono de amabilidad, como correspondía a su persona. En ese sentido al igual que en el catálogo de la exposición hablo de Juan Amo Vázquez, el artista, en la conferencia me centré más en Juan Amo Vázquez, el hombre. Hay concordancia, congruencia, en la faceta artística y en la personal, realmente impresionante. Su forma de manifestarse artísticamente, está    entrelazada, dependiente, de su aspecto puramente humano, de su personalidad. Juan Amo ha sido admirado y lo es por la enorme calidad humana y eso se refleja en la gran calidad y altura como artista.