El precio del cereal sube entre un 20% y un 30%, pero el de los 'inputs' que se usan para producirlo como el gasóleo agrícola, la electricidad, los fertilizantes y los fitosanitarios sube mucho más, por encima del 100%, así que en estas condiciones todo apunta a que España se enfrente a una crisis de precios y de desabastecimiento de los productos que forman parte de la base de nuestra alimentación.

Esta es la advertencia que lanzaron desde Albacete los integrantes de la Mesa Sectorial de los Cereales y Leguminosas de Asaja-Castilla-La Mancha, reunida ayer en Albacete. "Pido a la población que vayan a cualquier supermercado y miren las etiquetas", advertía el secretario regional de Asaja-CLM, José María Fresneda, "y si prestan atención verán que el cereal es el componente básico de casi todo, así que si los cereales se disparan, todo lo demás también lo hará".

España, además, es claramente deficitaria en cereales, recordó el presidente de Asaja-Albacete, Jorge Navarro: "producimos del orden de los 20 millones de toneladas al año y consumimos 36; hasta ahora, tirábamos de los puertos pero este problema es, en realidad, global, así que por los puertos entra menos y además mucho más caro".

Además, en esta crisis hay otros factores que acentúan el problema, como el abandono del cereal por otros cultivos, como el almendro; la falta de relevo generacional, que se deja sentir en el sector en forma de falta de mano de obra cada vez más aguda, o los cambios sucesivos en la PAC, que se llevaron por delante las redes de silos públicos que había en toda la UE y ahora pretenden recortar producción para proteger el medio ambiente.

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