España es un país puntero en la investigación del agua, asegura el catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia, Jaime Gómez Hernández, y la Mancha Oriental es una de las zonas de España que mejor sirven de ejemplo de los beneficios que trae invertir en investigación relacionada con la gestión de los acuíferos subterráneos.
En unas recientes declaraciones, el profesor Gómez Hernández explicaba que a finales del siglo pasado, la Mancha Oriental atravesaba por serios problemas «no tanto por la construcción de nuevos pozos sino porque no había un control exhaustivo de la cantidad de pozos que se estaban explotando», cuyos consumos estaban «por encima de la capacidad del mismo».
Actualmente, la Mancha Oriental se controla con imágenes de satélite que permiten saber «exactamente» qué cultivo y en qué fase de crecimiento está en cada punto del terreno. De esa manera, los usuarios y la Confederación Hidrográfica del Júcar pueden saber qué cantidad de agua se está utilizando con bastante precisión.
Este sistema ha permitido llegar a un «acuerdo con los usuarios, porque hay unas normas de gestión y un procedimiento sancionador», sostiene el catedrático, quien subraya la necesidad de detectar los acuíferos que están en una mala situación de gestión y encontrar soluciones.
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