Las niñas afganas fueron las protagonistas de una protesta

Josechu Guillamón
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En el acto, convocado por la Coordinadora 8 de Marzo, se ha recordado a María Isabel de la Rosa Cózar, cuyo crimen fue calificado como un «feminicidio»

Imagen del instante en el que se leyó el manifiesto. - Foto: Arturo Pérez

Decenas de personas se concentraron ayer tarde en la plaza del Altozano para solidarizarse y condenar la situación por la que está pasando la población de Afganistán y especialmente las mujeres y las niñas, tras la llegada al poder de los talibanes. 
La presidenta de la Red Feminista, Verónica García agradecía la participación de los albacetenses en una protesta realizada un viernes tarde. «Sabemos que no es la mejor fecha, ni la mejor hora, pero creemos que la sociedad de Albacete siempre demuestra que está a favor de los derechos humanos y contra el machismo y el patriarcado».
Feminicidio. Sin embargo, las afganas no fueron las únicas protagonistas del acto, ya que también se recordó a María Isabel de la Rosa Cózar, tras su violenta e inesperada muerte. «La concentración también se hace para honrar la memoria de María Isabel de la Rosa, entendemos que su muerte fue un feminicidio, de una mujer muy querida en Albacete, a la que queríamos y estimábamos». 
Durante el acto, organizado por la Coordinadora 8M, que agrupa a diferentes colectivos, se leyó un manifiesto en el que se dijo que María Isabel era «una vecina a la que queríamos mucho por su gran corazón, bondad y capacidad de superación ante todo tipo de adversidades». 

Además también han dicho:

"Sirva esta concentración en protesta por la situación de las mujeres y niñas afganas también para honrar la memoria de Isa y de todas las mujeres que son asesinadas, violadas, acosadas o discriminadas diariamente en cualquier lugar del mundo.

Sobre Afganistán somos conscientes que se están cumpliendo los peores pronósticos, enfrentándose a la coacción y al despotismo del movimiento talibán que ha tomado el control de su país.

A pesar de que esta situación afecta gravemente a toda la población niñas y mujeres están siendo (y estarán) especialmente reprimidas, anuladas e incluso asesinadas. Esta vieja situación que se repite en gran número de países de Oriente Medio (como Qatar o Arabia Saudí), deriva en una serie de reformas para limitar la libertad de acción y decisión de las niñas y mujeres. En el caso concreto de Afganistán dicha represión implica la prohibición de estudiar y trabajar, prohibición de salir solas de casa, implantación del velo integral, segregación en el espacio público en lugares separados para hombres y mujeres, por ponerles unos terribles ejemplos.

A pesar de que gran parte de la comunidad internacional está mostrando su profundo rechazo al triunfo de los talibanes en Afganistán baste recordar que el próximo Mundial de Futbol se celebrará en Qatar para dejar patente su hipocresía.

Nosotras, mujeres de todo el mundo, conscientes de que nuestra reivindicación de igualdad es inseparable de la libertad y la dignidad de las personas que hoy están grave y brutalmente amenazadas en Afganistán, y conscientes, también, de que las amenazas dirigidas contras las afganas por el simple hecho de ser mujeres suman una crueldad intolerable y adicional a la que padecen los afganos de cualquier condición, hacemos un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que:
1.- Exija del poder talibán mantener abiertas las fronteras para que todas las personas que deseen abandonar Afganistán huyendo de un poder fanático impuesto por la fuerza de las armas puedan hacerlo en unas mínimas condiciones de seguridad.
2.- Respete los deberes elementales de solidaridad y compasión humana admitiendo en los vuelos y convoyes de repatriación de extranjeros al mayor número posible de afganos y especialmente afganas en peligro inminente, hayan estado o no al servicio de Estados o instituciones que los talibanes consideran enemigos.
3.- Preste una atención preferente a las mujeres en especial situación de riesgo, sea por haber desempeñado tareas profesionales prohibidas por los talibanes, asistido a escuelas y universidades, conducido su vida al margen de una moral fanática o cualesquiera otros motivos.
La exigencia de que el poder talibán mantenga abiertas las fronteras a quienes deseen abandonar Afganistán conlleva el compromiso simétrico por parte de los miembros de la comunidad internacional, y que nosotras también reclamamos con energía, de acoger a los refugiados y refugiadas de Afganistán, colaborando en su caso a aliviar la presión que un éxodo masivo podría suponer sobre los países limítrofes.

Algunos países como España han dado unos pasos en este sentido, pero no basta con el aislamiento de una dictadura sanguinaria como la talibana, todos los países deben exigir con toda la fuerza de la razón y la democracia la instauración de la libertad en Afganistán.

Reiteramos nuestra solidaridad con el pueblo afgano".