Tras los pasos de Sherlock Holmes y Hércules Poirot

Josechu Guillamón
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La ciudad cuenta con seis licencias y cuatro despachos de detectives privados, que no se dedican a resolver crímenes, sino principalmente a combatir el fraude a las aseguradoras

Imagen del responsable de Detectives Albacoy, en una vigilancia con videocámara. - Foto: Arturo Pérez

Cuando uno piensa en un detective privado, siempre le vienen a la cabeza clásicos literarios como Sherlock Holmes, Hércules Poirot, Philip Marlowe o incluso el hispánico Germán Areta llevado a la pantalla por Garci en el Crack , pero nada más lejos de la realidad.

Los detectives no suelen fumar en pipa, ni tocar el violín, ni vestir gabardina y un sombrero ladeado, ni resuelven crímenes imposibles, ni escabrosas infidelidades con la ayuda de bellas y misteriosas mujeres.

En la actualidad en Albacete hay seis licencias de detectives privados, que se reparten en cuatro despachos profesionales, que principalmente se dedican a combatir los fraudes a las aseguradoras, como comenta el director del despacho de Detectives Albacoy, José Manuel S.G., que no revela sus apellidos por motivos profesionales. «El 80% del trabajo que tenemos son aseguradoras, por temas de cumplimiento de la póliza o por indemnizaciones, lesiones ficticias o fingidas o que se alargan innecesariamente».

Las compañías aseguradoras lo que quieren saber es el estado de la persona que tiene una supuesta incapacidad o que está solicitando algún tipo de incapacidad, por un accidente de tráfico o en el caso de las mutuas, por un accidente laboral. «Se trata de verificar que efectivamente las incapacidades que solicitan se corresponden con la lesión que alegan».

De todos los casos de las compañías de seguros, destacan unos frente al resto, como aclara el CEO de Albacoy, despacho con más de 20 años de experiencia. «Lo que más se hace es investigar accidentes de tráfico, investigaciones laborales de lesionados, bajas fingidas e investigaciones mercantiles, en ese orden».

En este sentido, señala que «los accidentes de tráfico conllevan una indemnización para los ocupantes del vehículo por las lesiones sufridas, el tiempo de baja, etcétera. Al ser susceptibles de indemnización, se intenta defraudar, en el sentido de aumentar los plazos de indemnización, aumentar el número de personas que iban en el vehículo, porque se recibe más indemnización o poner daños materiales que no son fruto del accidente para que las cubra la compañía». 

 

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