Víllora conmemora sus dos primeras décadas en la literatura

Emilio Martínez
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Desde que en 2002 estrenó la obra teatral 'La misma historia' sus actividades se extienden a muchos otros géneros

Pedro Víllora, autor teatral rodense. - Foto: Carlos Paverito

Uno de los más completos autores teatrales en la actualidad hace buena la primera parte de la famosa frase marxista -sección Groucho, no confundir- de que «partiendo de la nada, hemos llegado a la más absoluta de las miserias». Porque aunque parezca increíble Pedro Manuel Víllora, hoy en la cima  nacional en el arte de Talía, prácticamente no había ido al teatro nunca en su pueblo de La Roda, lo que empezó a llevar a cabo a su llegada a Madrid para estudiar Ciencias de la Información, en la rama de Imagen, en la Universidad Complutense. Por lo que no sólo ya no cumplió la segunda parte del dicho grouchiano, sino que de inmediato su talento privilegiado le transportó más allá de la asistencia a los escenarios madrileños porque empezó  a crear y escribir sus propias obras. Y a estrenar, hace exactamente dos décadas, la primera, La misma historia, galardonada con accésit al prestigioso Premio Lope de Vega, que había ganado Chicho Ibáñez Serrador. De modo que ahora, ya en la cresta de la ola además del teatro en otros géneros literarios, celebra sus primeros¡ 20 años triunfales.

Su vocación entonces era el Séptimo Arte, gracias a los continuos ciclos de cine clásico que había en TVE en los 70 y 80, que son con los que se educó, aparte de que en La Roda, a falta de teatros había tres cines entonces Gran Cinema, Rialto y Avenida, de los que era un asiduo. Como relata: «De ahí que viniera a licenciarme en Imagen porque quería ser guionista de cine y televisión, y como no existía aún la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid, donde me hubiera matriculado, los estudios más parecidos eran los que ofrecía la Facultad».

Dentro de lo que significó Madrid, a Pedro le parece justo y necesario destacar la suerte de que residiera en el legendario Colegio Mayor San Juan Evangelista, el tristemente desaparecido Johnny, con una extraordinaria actividad cultural y musical, con conciertos de jazz, flamenco y todo tipo de música. «Allí empecé a hacer teatro universitario y, cuando terminé los estudios de Imagen y llevaba a medias la carrera de Filosofía, decidí matricularme en la Real Escuela de Arte Dramático (RESAD) para estudiar dirección de escena».

Ya entonces, además del Lope de Vega, había recibido algunos otros premios de teatro, aunque no había estrenado, cuando se presentó a una convocatoria del comité de lectura del Centro Dramático Nacional. «Y le llegó la gran y positiva sorpresa de que la mítica Ana Diosdado, que formaba parte del comité, me llamara para decirme que le había entusiasmado mi obra, La misma historia, y que quería que se estrenase, como así fue en el Teatro Pavón. 

En aquella época, aparte de por ganar un dinero con que costearse su estancia en el Johnny y el resto de gastos normales, máxime viviendo en una ciudad tan cara como Madrid, también trabajó en algo muy cercano al periodismo como son las labores de documentalista en la hoy extinta emisora pública Radiocadena Española, donde entró porque se enteró de la convocatoria de unas pruebas que se realizaron en el Instituto Oficial de Radiotelevisión, se presentó  y las superó. Todo lo cual lo recuerda con especial cariño.

«Estaba en la discoteca del archivo sonoro, al lado de lo que eran los estudios de emisión y de grabación, así que continuamente tenía que estar buscando y seleccionando canciones para los programas».  Y tiene varios ejemplos, como cuando buscaba cada día una canción para María Teresa Campos y su famoso programa Apueste por una, vinculada con el tema sobre el que se debatiese. 

Desde entonces el nombre de Pedro se ha colgado infinidad de veces en la cartelera madrileña y en otras muchas ciudades con títulos, entre otros, como Las cosas persas -premio Rojas Zorrilla-, Amado mío o la emoción artificial, Bésame macho -premio Calderón de la Barca-, Electra en Oma -premio Beckett-, La noche de mamá -premio Santa Cruz de la Palma-, El juglar del Cid, Asma de copla, Lana, La reina del cuplé, Poderosas -premio Espectáculo Teatral-, y Excítame. Una larga lista a la que hay que unir las múltiples adaptaciones de grandes autores, entre otros, Calderón, Gómez de la Serna, Pasolini, Ibsen, Ángel González,  Koltès, Pardo Bazán.

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