Alejandro López Montes, nació hace 48 años en Albacete, donde estudió Derecho. Aprobó las oposiciones al Cuerpo de Letrados en 2002. Su primer destino fue en los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Motilla del Palancar, de allí pasó al Juzgado de Instrucción 1 de Melilla, donde estuvo cuatro años y después estuvo tres años en el Juzgado de lo Penal 3 de Benidorm. Desde 2011 está destinado en el Juzgado de lo Penal 2 de Albacete. 

¿Cuáles son las funciones del Letrado de la Administración de Justicia? 

El LAJ es un Cuerpo Superior independiente de jueces y magistrados, porque nuestra principal función es dar fe pública y para dar fe pública tenemos que ser independientes y no estar sometidos a ningún cargo o autoridad. Cualquier actuación que se produzca en el juzgado, nosotros tenemos que dar fe pública para garantizar la legitimidad y autenticidad de esa actuación.

Además, en 2009, se nos añadió una multiplicidad de funciones, que antes ejercitaban jueces y magistrados, como la admisión de demandas, comprobación de las demandas, los requisitos procesales, señalamientos de los juicios, ejecución de las resoluciones judiciales; es decir, toda la fase de ejecución que se lleva dentro de un procedimiento para que se puedan cumplir las resoluciones judiciales se atribuyen a los secretarios judiciales y aparte, hay una serie de funciones más técnicas, como puede ser la cuenta de créditos y consignaciones del juzgado, la jefatura de personal técnico o la dirección técnica procesal de todos los funcionarios técnicos de los juzgados, somos una pieza esencial del engranaje de los juzgados, para que esto funcione. 

¿Qué trabajos están realizando los servicios mínimos?

Depende un poco de las jurisdicciones. Se están suspendiendo muchos juicios en la jurisdicción Social y en otras jurisdicciones se están manteniendo los procedimientos relativos a derechos fundamentales y medidas cautelares, que eso puede suponer entre un tres y cuatro por ciento de los procedimientos que entran a un juzgado, que es lo que se está haciendo. Los servicios mínimos los impone el Gobierno y es obligatorio hacerlos, porque se entiende que son servicios esenciales.

¿Qué está suponiendo para los juzgados esta huelga? 

Normalmente si uno pasa por los juzgados están llenos, las salas de vista están con gente esperando y ahora mismo los pasillos están vacíos. Los funcionarios están tramitando únicamente aquello que se refiere a servicios mínimos, de facto, supone una paralización de la justicia con el consiguiente retraso que va a suponer todo eso. Si ya es una Administración que de por sí ya está saturada, esta huelga va a suponer que todo se colapse mucho más. 

¿Cuándo piensan que se van a celebrar estos juicios que se están suspendiendo ahora? 

Depende de la materia, pero todos estos juicios que se están suspendiendo, en una jurisdicción como la Social, se irían a más de un año de retraso. En la Penal tienen más retraso todavía, con lo cual nos podemos ir a los dos años, pero depende de las materias. 

¿Han tenido respuesta por parte del Ministerio de Justicia?

La situación es un poco surrealista, porque en abril hicimos tres días de huelga y a raíz de esa huelga se pactan una serie de acuerdos con el Ministerio, que es aceptada por las asociaciones. El Ministerio deja transcurrir el tiempo sin cumplir nada de esos acuerdos y en noviembre y diciembre hacemos otros cuatro días de huelga. No entendemos la postura del Ministerio, porque normalmente en un conflicto colectivo no es obligatorio llegar a acuerdos, pero sí es obligatorio intentar negociar con buena fe, por lo menos en la jurisdicción en la que yo estoy se obliga a las partes a negociar. El Ministerio en el sexto día de huelga no nos ha comunicado nada, ni se quiere reunir con nosotros. 

¿Hasta cuándo tienen previsto seguir con la huelga?

Tenemos previsto seguir con la huelga hasta que se reúnan con nosotros, pero hasta el día de hoy vemos por parte del Ministerio una postura totalmente intransigente, un Ministerio que promueve la mediación y se niegan a sentarse con nosotros para hablar de los acuerdos pactados con ellos. 

¿Es la primera huelga importante de los JAT? 

En mis 21 años de ejercicio profesional, es la primera huelga que he vivido. Nosotros como funcionarios públicos, tenemos vocación de servicio público y la huelga es la última medida que podíamos adoptar. Hablamos de un conflicto que nace en 2009. Creo que después de casi 14 años, de esperar una respuesta del Ministerio, no hemos tenido más remedio que acudir a esta vía.