El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural confía en que la próxima planificación hidrológica nacional atenderá a las reivindicaciones que se han venido haciendo desde Castilla-La Mancha, aunque dice que hay que esperar porque falta que se reúna el Consejo del Agua de al Confederación Hidrográfica del Tajo, que lo hará después de Semana Santa.

En cuanto al resto, Castilla-La Mancha ha votado a favor en la cuenca del Guadalquivir ya que "se va a hacer un regadío muy necesario en la zona de Campo de Montiel", con olivar de secano donde "es necesaria el agua para garantizar la rentabilidad", y que aportará 11 hectómetros cúbicos de reserva. En otras cuencas como la del Guadiana se ha votado en contra, y en las de Segura y Júcar se han abstenido, informó Francisco Martínez Arroyo.

En el Tajo dependerá de lo que se proponga desde el órgano de la Confederación, pero "en términos generales Castilla-La Mancha va a salir bien parada" insistió el consejero, ya que se han recogido "la mayor parte de nuestras reivindicaciones en todas las cuencas", y quedan pendientes algunos flecos pero "estoy convencido de que tendremos un caudal ecológico suficiente en el Tajo", que a su paso por Aranjuez, según el borrador del plan, lo fija en 8,65 metros cúbicos por segundo. Arroyo se mostró convencido de que será ese el caudal por lo que "veríamos satisfechas nuestras expectativas", y en el caso del Guadiana avanzó que se tiene el "compromiso real" del Gobierno de España de dar una "solución definitiva" a los pozos de las explotaciones prioritarias, que es "fundamental" para la actividad en esa zona.