Fernando Fuentes

Fernando Fuentes


Alguien se está forrando

17/01/2023

Señora Yolanda Díaz, ¿usted de qué va? ¿Cómo es eso de vender una renovada imagen de presunta rebeldía progresista cuando sucumbe y se arrodilla ante el poder del CNAE, IBEX-35 y similares? ¿Alguien que permite que sus votantes sigan siendo estrangulados por los precios a diario puede ser alternativa a liderar nada? La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía dice que «alguien se está forrando» y se queda tan ancha, como nuestra calle. Y es que a pesar de que la inflación lleva bajando varios meses, el coste de los alimentos sigue en ascenso fulgurante en España y se sitúa en lo insoportable. La de Unidas Podemos recupera al mejor Gila cuando aquello de «Alguien ha matado a alguien» y se apunta al carro de lanzar la piedra y guardar la ropa. Orillando todo lo que afecta a las formas, el contenido no aguanta ni medio asalto. No es serio que la segunda máxima autoridad política de nuestro país lance acusaciones a medias, sin dar nombres y dejando en el aire la duda de los que, es evidente, se están haciendo de oro aprovechando el sufrimiento de millones de españoles. Díaz tiene la urgente obligación de poner en negro sobre blanco quiénes son esas grandes empresas de distribución y venta de productos alimentarios que siguen aumentando sus ganancias, exponencial e indecentemente, a costa de los bolsillos de muchas familias que llevan demasiados meses sin poder llevar lo suficiente a sus mesas y bocas. Se atisba que las presiones serán permanentes y asfixiantes. Huelga decir que no es fácil señalar con el dedo a corporaciones que facturan miles de millones de euros al año. No cabe la duda de que la propia Díaz habrá llamado a esos potentados, de los que conocemos sus nombres y apellidos, para pedirles que no sigan haciendo sangre con el costo de la leche, la carne o el pescado. Pero como es una realidad que no basta con ello, es el momento de exigir al Gobierno un paso más. Sean valientes. Y cuando los consumidores sepamos, a ciencia cierta, quiénes se están lucrando desaprensivamente con una estafa consentida a gran escala, sabremos dónde ir a comprar y, sobre todo, dónde no.