Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


Películas de espías

19/05/2022

Pegaso, el mitológico caballo alado, ha batido sus alas y se ha alejado del ruido y del ojo del huracán en el que estaba inmerso tras el escándalo del asunto del espionaje y seguimiento telefónico descubierto, no se sabe muy bien porqué ahora, teniendo en cuenta cuando se produjo. Lo cierto es que en el país de Villarejo las películas de espías duran poco en cartelera y son tantas las secuelas que de cada una de ellas queda, que es inevitable que en todo momento estén preparadas otras cintas en espera de su estreno. Son tantos los títulos que se suceden que resulta difícil verlos todos, incluso por parte de los más fieles aficionados al género. De hecho el comisario Villarejo ya ha protagonizado más películas de su serie que el propio Sean Connery como agente 007. Y que me perdone la comparación el inmenso actor inglés, que iba al volante de un Aston Martin como los que les gustan a los comisionistas de las mascarillas madrileñas, con el tal Villarejo, siempre escondido tras su misteriosa carpetilla.
Mientras Pegasus va quedando relegada a las salas de los cines de barrio -que aún quedan- la nueva entrega de nuestro particular inspector Clouseau, el inefable Villarejo, vuelve a acaparar las carteleras de estreno con su reciente entrega, con novedosas escuchas y grabaciones telefónicas y esta vez con dos protagonistas de lujo: Cospedal y Esperanza Aguirre, verdaderas divas del instinto básico del espionaje del que ha hecho gala en sus movimientos internos el PP desde tiempos inmemoriales con comedias berlanguianas como la del cura disfrazado en la casa de los Bárcenas o el constante lujo, a lo Casino Royale, de otros recordados títulos.