El Albacete Balompié consiguió recuperar la primera plaza con la que acabó 2021 con su victoria frente al Real Madrid Castilla, lo que refrendó después con su triunfo el pasado domingo sobre el Atlético Baleares. La clasificación todavía es ficticia, porque por la parte de arriba el Andorra, que está a dos puntos, tiene un partido aplazado en casa del Linares que jugará mañana. De ganar, el Andorra sería primero, aunque luego tiene que visitar el campo del Atlético Baleares en la jornada del fin de semana.
Lo que está claro es que el Albacete está metido de lleno en la pelea no solo por el 'playoff', también por esa primera plaza que otorga un ascenso directo que obviamente cumpliría los objetivos de este nuevo proyecto iniciado con Alfonso Serrano en la dirección deportiva y que pretende devolver al conjunto manchego a la Liga de Fútbol Profesional.
La situación debe ser valorada en su justa medida, pues el camino de este Albacete no está siendo nada fácil. Son numerosos los escollos que se ha ido encontrando en el camino, unas veces por resultados cuanto menos sorprendentes y otras por lesiones de mucha importancia. A todo ello se ha ido reponiendo el grupo liderado por Rubén de la Barrera, con un estilo de fútbol peculiar, con sus ventajas y sus inconvenientes, pero que la plantilla ha sabido plasmas en el terreno de juego y hacer del Albacete un equipo reconocible, ambicioso y, sobre todo, comprometido, ya que todos los jugadores muestran una solidaridad en el campo propia de la piña que se ha formado dentro del vestuario y que suele ser siempre una de las claves para la consecución de cualquier éxito.
El inicio no fue fácil, con una plantilla prácticamente nueva, incluido el entrenador, con un estilo tan particular que no es fácil de asimilar. Los primeros partidos fuera de casa resultado un auténtico desastre, con goleadas que nadie esperaba frente a rivales que se han convertido en directos. La afición se sorprendió de ese 4-1 encajado ante el Atlético Baleares en su primer desplazamiento y las malas sensaciones se volvieron a repetir en la segunda salida, ante el Villarreal B (3-0).
Pero el equipo se agarró a su buen hacer en el Carlos Belmonte para mantenerse en la pelea por parte de arriba. En cuanto se lograron encadenar varias jornadas sin perder, mejorando los resultados como visitante, el equipo se metió en la zona noble. En la jornada cinco ya estaba entre los cinco primeros.
Y es que el Albacete es el mejor local de la categoría. Suma 35 puntos, con 11 victorias, dos empates y una sola derrota y, quizás el mejor de todos los datos, solo ha encajado cinco goles en el Belmonte en 14 partidos.
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