Hoy se celebra el Día Internacional de la Salud y la Seguridad Laboral, en medio de una pandemia que tiene frenada la actividad empresarial en muchos sectores, pero que ha sumado a los habituales riesgos laborales uno nuevo, la posibilidad de contagiarse del Covid-19.
Patronal y sindicados tienen claro que hay que trabajar en la prevención de riesgos laborales, sobre todo para adaptarse a una situación inesperada. Los representantes de los trabajadores piden una rápida adaptación de las nuevas medidas, mientras que los empresarios se muestran dispuestos a ello, pero reclaman a la Administración que se puedan hacer test a los trabajadores y que haya mayor disposición de equipos de protección individual (EPI).
Vicente García, secretario general de la Federación de Empresarios de Albacete (FEDA) entiende que, aunque la siniestralidad laboral ha bajado durante el estado de alarma porque ha habido un descenso de la actividad empresarial, «ha aparecido un riesgo inédito hasta ahora. En los protocolos no se incluía algo que tuviera que ver con el contagio de una enfermedad como este virus» y considera que las empresas «han tenido que ponerse las pilas, algunas han tenido que verse en situaciones como la inspección de trabajo e incluso con la aplicación de las normas por parte de las fuerzas de seguridad con respecto al desplazamiento de los trabajadores», señala.
Por su parte, los sindicados tienen claro que en este campo no se pueden tener dudas y exigen que se cumplan los protocolos de seguridad. En este sentido, Javier González, secretario provincial de UGT señala que «la pandemia se ha llevado por delante todo el sistema de prevención que teníamos desde el año 1995, hemos visto que los servicios de prevención tienen muchas carencias a la hora de aplicar la normativa. Entendemos que esto tiene que servir para cambiar las reglas del juego, para cambiar las formas de aplicar la prevención y que la persona y su salud y seguridad sean el eje principal de los procesos productivos».
Carmen Juste, de Comisiones Obreras, incide en que «hemos exigido, tanto a las administraciones como a las empresas, una mayor inversión en materia de prevención y muchas veces hemos denunciado que los servicios de prevención se han limitado a hacer las evaluaciones de riesgos y los planes de prevención, pero no ha habido un seguimiento de los mismos».
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