Elena Serrallé

Elena Serrallé


El final del verano

31/08/2022

Es tiempo de volver, de cremalleras que callan la boca a maletas con sabor a sal, de portazos que cierran la casa de los abuelos que, paciente, aguarda nuestro regreso prometido, ese que siempre se alarga más de lo deseado, de abrazos que despiden caras amigas tiznadas por el sol.
Es tiempo de regreso, de apagar a manotazos una alarma cruel que no respeta el jet lag, de mecanizar las horas, de vivir deprisa, de colocar en la muñeca el medidor del tiempo que, como siempre, no perdona.
Es tiempo de agendas, de planes y de plazos, de duchas rápidas y tacones rescatados, de soltar el taco que brota cuando sumamos el precio de los libros del nuevo curso, de repetir ese mismo taco cuando compruebas que la ropa de tus hijos ha menguado al menos dos tallas y toca renovar armario.
Es tiempo de saludos a rostros que dejaste de ver hace semanas y de llenar una nevera hueca y muerta de hambre.
Es tiempo de comprobar la muerte de tus plantas, aquellas que ya desde un principio no rebosaban salud, de coladas infinitas que retiran el cloro de los bañadores y la arena de las toallas, colándose también por el desagüe los buenos ratos al sol, las risas sin filtro, las confidencias más íntimas, las crónicas de la noche anterior y las miradas camufladas tras las gafas.
Es tiempo de rutina, de colección de dedales del mundo, de casas de muñecas o de grandes mujeres de la historia, de dietas equilibradas y de cañas castigadas. 
Pero, ya huele a feria, en Albacete, ya huele a feria....y qué feria.

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