El matador de toros Paco Ureña descansa desde ayer en la finca de Los Prados, en el término municipal de Albacete, después de que el equipo médico del Hospital Virgen de Arrixaca, de Murcia, le diera el alta. El diestro lorquino tiene rotos la vértebra cervical 4 y el ligamento lateral interno de la rodilla derecha. Además, sufre un fuerte hematoma de las partes blandas parietal derecho y un hematoma intramuscular en deltoides. Estas lesiones son consecuencia de la brutal paliza que le propinó el tercer toro de Juan Pedro Domecq en la localidad murciana de Abarán, donde actuaba en mano a mano con Rafaelillo. El burel lo tuvo a su merced durante unos dramáticos segundos, en los que el astado le lanzó contra las tablas y después lo zarandeó por los aires.

Ahora, Paco Ureña tiene por delante un período de reposo de entre dos y tres meses por la rotura de la vértebral cervical y deberá llevar un collarín de inmovilización. Este descanso se llevará a cabo en la finca de Los Prados, propiedad de la familia de su mujer, Elena González, hija del matador de toros ya fallecido Dámaso González.