Javier D. Bazaga

NOTAS AL PIE

Javier D. Bazaga


De héroes a villanos

25/03/2022

Fueron los héroes durante la pandemia. Eran los únicos –o casi– que circulaban por las carreteras, solos, llevando alimentos y material de un sitio a otro para que el resto de la población pudiéramos seguir con nuestras vidas, aunque fuera encerrados en nuestras casas. El transporte, al igual que el sector de la agroalimentación, demostró una gran capacidad de resiliencia y adaptación, que los elevó a ese Olimpo de los llamados servicios esenciales. Fueron aplaudidos como los sanitarios, los policías, los militares, los trabajadores de los supermercados… Hoy el sector del transporte se encuentra en una encrucijada. Viven la angustia de unos altos precios del combustible, motivados en buena parte por una guerra que solo una persona quería haber iniciado. Y su reivindicación es entendida en casi todos los ámbitos de la sociedad, que también padece esta especie de «tormenta perfecta» que se ha desatado por el precio de la electricidad, de los combustibles, la inflación, la guerra. Una situación que padecemos todos, y que esta huelga de los transportistas solo agrava.
Claro que tienen el derecho a protestar y reivindicar soluciones a un gobierno, el de España, que está reaccionando tarde. Pero con su huelga, y más aún impidiendo a otros que sí que quieren trabajar para, por ejemplo, dar de comer a su ganado, están perjudicando a otros eslabones de una cadena vital para una región como la nuestra.
El Gobierno de Castilla-La Mancha decidió tomar cartas en el asunto sin tener competencias en ello para intentar hacer llegar el cereal necesario para dar de comer a miles y miles de cabezas de ganado que existen en la región, y que son fundamentales para abastecer de otras materias primas indispensables para el consumo. Esta misma pasada noche regresaba del puerto de Cartagena un convoy formado por 108 camiones, para que las empresas y cooperativas de la región puedan hacer pienso y seguir alimentando así a esos animales. Eso sí, escoltados en todo momento por la Guardia Civil, ya que en ocasiones los «piquetes informativos» han impedido el paso de otros envíos. Lo tuvo que pedir la portavoz del Ejecutivo, Blanca Fernández, «solidaridad» con esos camiones. Lo pidieron los compañeros del sector ganadero de UPA, «responsabilidad» con los animales. Convoyes con los que el Ejecutivo regional está garantizando ese suministro. «Lo que estamos haciendo está permitiendo la alimentación de los animales y que se mantenga la cadena alimentaria en este punto, que finalmente acaba con la alimentación de los consumidores» aseguraba ayer a este periódico el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo. «Hemos hecho que no se mueran los animales», dijo.
Nadie duda de que vivimos tiempos convulsos, y la situación no es fácil para el transporte. Pero la situación exige responsabilidad y comunidad porque, para muchos, estos «paros patronales» han cruzado la línea en que han dejado de ser héroes para convertirse en villanos, poniendo en riesgo animales y generando incertidumbre con el desabastecimiento. Arroyo se caracteriza por ser conciliador, y está convencido de la buena disposición de las partes para resolver el conflicto. Por eso deja este mensaje: «todos juntos –producción, transformación y distribución– consiguieron en los peores meses de la pandemia garantizar el abastecimiento, y eso no tiene por qué no ocurrir ahora».