José Ignacio Rodríguez cortó dos orejas en Ontur

Pedro Belmonte
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Dos trofeos por coleta fue el resultado de la tarde de ayer, a la que respetó el agua y el viento

José Ignacio Rodríguez recibió la alternativa manos de Tendero en la plaza de Ontur. - Foto: Pedro Belmonte

Hasta última hora la corrida de toros de Ontur estuvo en el aire, con otra fecha puesta, pero finalmente, los toreros y la empresa la echaron hacia delante, lo que fue bien acogido por los aficionados, que fueron llegando hasta la portátil, cubriendo la mitad del aforo.

Se lidió una corrida de toros de Los Chospes, con cuajo y manejable, a excepción del cuarto, que se paró y no sirvió y el quinto, con clase y un gran pitón izquierdo, lo que sirvió para que los tres toreros abandonaran el coso en hombros, con dos orejas cada uno.

Un nuevo matador de toros ha entrado ya en la nómina de toreros en la provincia de Albacete, José Ignacio Rodríguez fue doctorado en tauromaquia en el día de ayer, en la plaza de toros de Ontur, con el toro Hospitalario, del hierro de Los Chospes, que abrió plaza, siendo el padrino de la ceremonia Miguel Tendero y el testigo Joaquín Galdós.

José Ignacio tuvo como primer toro de su vida un animal noble, que embistió con clase, queriendo coger los trastos por abajo, templando el torero las embestidas largas que tuvo en los primeros compases de la faena. El trasteo tuvo compostura y se vio a un torero tranquilo, sin que los nervios propios del momento hicieran su aparición. Una pena que se atascara con el descabello, quedando todo en una cariñosa ovación.

El sexto, que les hizo pasar un mal rato a los banderilleros, pues los esperaba hasta sus dominios, fue un toro con un aceptable pitón derecho que entendió José Ignacio muy bien y con la mano diestra le enjaretó varias tandas llenas de largura y temple, conectando rápidamente con el tendido. Toreo muy de verdad, con valor y gracia, demostrando que quiere seguir en esto.

Distancia y terrenos. Miguel Tendero tuvo como primer enemigo, segundo de la tarde, a un toro con el que enseguida le cogió la distancia y los terrenos, aliviando los muletazos en los comienzos de la faena, para confiar al de Los Chospes. Templó y mandó con ambas manos, dejando una faena con compostura, temple y ligada. Lo mató de una estocada algo contraria y paseó las dos orejas, primeras de la tarde.

El cuarto, ya en su turno, salió con muchos pies, un toro con cuajo, al que paró muy encajado con el capote, ganándole terreno hasta sacarlo a los medios. Lo dejó largo en el caballo y tras el tercio, esperó en banderillas, llegando parado y probón a la muleta, con el que no pudo hacer nada más que machetearlo por abajo y matarlo cobrando una buena estocada y silencio tras el arrastre.

Pareció que se hizo daño de salida el tercero de la tarde, de lo que se resintió en los primeros compases de la faena, lo que solventó muy bien el peruano Galdós, con oficio y suavidad, logrando cuajarlo por el pitón derecho, con series de mucho mérito y buen toreo. Una oreja fue a parar a sus manos tras una estocada desprendida.    

Excelente pitón izquierdo el que tuvo el lidiado en quinto lugar, un toro cuajado, al que entendió excelentemente el torero peruano Joaquín Galdós, con tandas de naturales, largos, templados y rematados atrás, que llegaron con fuerza al tendido. Faena compacta, muy seria y técnica, aprovechando las buenas condiciones del de Los Chospes. Necesitó de dos pinchazos, una estocada y un descabello, cortando una oreja.