Mucho se ha especulado y teorizado sobre los terrenos libres que tiene el Administrador de Infraestructuras (ADIF) en el barrio Nuestra Señora de Cubas, una parcela de 39.400 metros cuadrados que discurre por las calles Felipe V y Casas Ibáñez y culmina en la carretera del cementerio, en paralelo también a las vías del tren y a la autovía A-31.
Este lunes, ADIF hacía pública la licitación del arrendamiento de este espacio por un importe mínimo de 3,8 millones de euros sin IVA y un periodo de 10 años, con posibilidad de prorrogarlo por otros cinco adicionales, previo acuerdo de las partes, que supondrían otro coste mínimo de 2,2 millones de euros.
La parcela que quiere alquilar ADIF cuenta con un terreno en la zona norte de 10.600 metros cuadrados que no está pavimentado, anexo a los talleres de Renfe Fabricación y Mantenimiento, una de las claves del proyecto. Además de zona de acceso y aparcamiento para vehículos, permitirá establecer una pequeña zona logística, una especie de «playa de hormigón armado» de 340 metros de longitud, para crear una plataforma intermodal de trenes, estocaje y transferencia a camión de mercancías, con una superficie aproximada de 8.000 metros cuadrados.
Según ha podido averiguar La Tribuna de Albacete, esta denominada Terminal de Transporte de Mercancías nace con vocación industrial, es decir, que será ocupada por una empresa del sector de la Industria vinculada con el negocio ferroviario.
«Estamos muy contentos, es una excelente noticia para Albacete», dice el consejero de Fomento de Castilla-La Mancha, Nacho Hernando, quien destaca el hecho de que esta terminal vaya a ser ocupada por una nueva empresa del sector industrial, una circunstancia que cobra más interés si se tiene en cuenta que las dos terceras partes del empleo estable las genera este sector. Nacho Hernando desvela que tanto él -como consejero de Fomento- como el alcalde de Albacete, Emilio Sáez, han acogido con mucha alegría la comunicación de ADIF de darte utilidad a estos terrenos, donde ya existe una plataforma, y que sea en el ámbito industrial «y no en el de la logística», por lo que lejos de parecer que pueda hacerle la competencia al futuro puerto seco y plataforma en los terrenos del Grupo Candelo, «ocurre todo lo contrario», porque lo que hace ADIF no tiene vocación logística, sino arrendar una parcela para la llegada de una empresa que podrá habilitar una pequeña planta intermodal para transferencia de carga y descarga de mercancías de trenes a camiones.
Prácticamente en los mismos términos se pronunciaba ayer el alcalde de la ciudad, Emilio Sáez, a preguntas de esta redacción. En su opinión, una de las características más importantes de este proceso de enajenación es la inversión mínima de 10 millones de euros en espacios e instalaciones que deberá realizar el adjudicatario en un plazo de cinco años: «Esto generará un valor añadido en la ciudad, por los puestos de trabajo que requerirá la construcción de las infraestructuras precisas y los consecuentes empleos que se derivarán de la puesta en marcha de esta Terminal de Transportes de Mercancías».
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