La última derrota en la prórroga a manos del Zentro Basket Madrid supuso el descenso matemático de El Ventero CB Villarrobledo, tras una temporada en la que la falta de efectivos y no poco infortunio acabaron dieron con el club villarrobledense en la Liga EBA.

Pese a todo, Manuel Jiménez Júnior, entrenador del equipo, intentará que su equipo mantenga la tensión competitiva en los cuatro partidos restantes. «No tenemos opciones matemáticas, pero nos quedan cuatro partidos y no podemos decir que la liga ha acabado, vamos a intentar conseguir el mayor número posible de victorias», declaró ayer a este diario.

La falta de recursos hace que cada partido sea un auténtico problema. «Llevamos el último mes con seis o siete jugadores profesionales y la aportación de los júniors, y así es muy difícil competir. Me quedo con el esfuerzo que están haciendo los jugadores, que están jugando en diversas posiciones para poder ser medianamente competitivos, más el caso de Jesús Calero que, siendo un júnior, está teniendo muchos minutos. Peleamos y en los dos últimos partidos fuimos competitivos ganando en casa al Benicarló y perdiendo con el Zentro con el último cuarto y la prórroga sin los dos pívots eliminados por faltas, lo que no te permite sacar el partido con garantías», explicó, pese a lo cual, agregó: «Intentamos preparar lo mejor posible al equipo para, al menos, dar la cara y que todo el mundo diga que somos profesionales».

Júnior desgranó los imponderables que se han ido sumando en las últimas semanas. «Perdimos cinco partidos por un punto, castigaron las bajas de Filip Znezevic y Evans, después la fuga de Willy Núñez, todos ellos fueron golpes emocionales de los que el equipo se fue recuperando. Si hubiésemos tenido solo un poquito de suerte, creo que podríamos haber estado un poco más arriba», aseguró Jiménez.

Júnior quiere despedir la temporada con dignidad. «Para rebelarte un poco ante esta situación, queremos demostrar que somos un buen equipo, que vamos a competir hasta el final y que no nos dejamos llevar, aunque es difícil porque tenemos jugadores tocados que juegan 35 minutos y las fuerzas son justas. Hay que ser duros, pero inteligentes para no quemar las bazas», precisó.

El partido CBV-Real Canoe, aplazado en su día con motivo del Covid, se jugará hoy en el Pabellón de los Pintores a partir de las 20 horas. Pese a que el encuentro es ya intrascendente para intentar conseguir la permanencia en la categoría, el equipo local quiere hacer un buen encuentro.

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