Rafael Sierra es un hombre que siempre da buenas noticias. Rafael Sierra es el director artístico de CORPO. Es un hombre que piensa, como en la canción de Louis Armstrong, que el mundo es un lugar maravilloso. La más reciente noticia es el acto generoso de una mujer, Alicia García Medina, responsable del departamento de medios audiovisuales de la Biblioteca Nacional, que ha donado a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, una colección de 500 libros, con las cubiertas ilustradas por pintores e ilustradores españoles de vanguardia. Las portadas de los libros se relacionan con las obras de las vanguardias europeas que exhibe la Colección Roberto Polo, Centro de Arte Moderno y Contemporáneo, CORPO. Hay dos hechos sobresalientes en el gesto: la propia donación, que la Consejera de Educación, Cultura y Deportes ha agradecido porque «incrementa el patrimonio artístico de nuestra Comunidad», y la calidad conceptual de esas portadas que enlazan con los movimientos europeos más renovadores de la pintura, la fotografía y la ilustración gráfica, en los años que van desde los inicios del siglo XX hasta el final de los años treinta. Castilla-La Mancha se une así a las colecciones del Reina Sofía y la Biblioteca Nacional. Rafael Sierra ha establecido el marco de la donación: «Esta extraordinaria colección viene a demostrar que la vanguardia española previa a la guerra estuvo muy conectada con las demás vanguardias europeas». Aires europeos, ahora con libros, para una colección de obras, las de Roberto Polo, que nos entronca con los momentos más creativos del diseño y la ilustración europeos.
La colección Roberto Polo, que se estableció en Toledo y en Cuenca, va aumentando sus fondos a través de donaciones o cesiones atemporales, convirtiéndose en un lugar tan atractivo y sugerente como otros grandes museos. Lo que le viene muy bien a Toledo para ensanchar las ofertas de arte con las que debiera atraer a visitantes nuevos a la ciudad. Disponer de una colección como esta, que está creciendo por la actuación tenaz del equipo directivo de CORPO, nos permitirá adéntranos en una etapa, aún poco conocida de nuestra Historia artística reciente. Se recupera así una obra minusvalorada por los años de aislamiento y silencio que se impuso tras la guerra civil, que aún no hemos superado. Toledo, con esta donación generosa, se abre a horizontes innovadores del arte y la cultura de vanguardia.