La Confederación del Guadiana se mantuvo inflexible. Ayer, se terminaron de celebrar las juntas de explotación de los acuíferos que abarcan el oeste de la provincia de Albacete y, pese a las peticiones de en contra, se aprobó un nuevo recorte del 10% en las asignaciones de agua para riego.
La semana pasada, la CHG ya había dado un primer ‘toque’ de atención, al dar a conocer un informe de indicadores de sequía y escasez en el que, según sus cálculos, el Alto Guadiana estaba en situación de «emergencia». Nada más saberse, UPA y Asaja reclamaron que las asignaciones se mantuviesen, porque a su juicio un nuevo recorte comprometería la viabilidad de las explotaciones agrarias.
Fue en vano. La Junta de Explotación del Acuífero Rus-Valdelobos, al que pertenecen los municipios de Villarrobledo, El Bonillo y parte de Munera, aprobó un recorte del 10%, de forma que las dotaciones máximas se quedan en 1.800 metros cúbicos por hectárea para cultivos herbáceos y de 1.350 metros cúbicos para leñosos.
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