La Iglesia Evangelista del barrio del Calvario acogió el inicio de los actos programados para celebrar el Día Internacional del Pueblo Gitano, que se instituyó para recordar el primer congreso mundial romaní celebrado en Londres un 8 de abril de 1971. Los actos se llevaron a cabo con la presencia del alcalde, Ramón García, y de otros miembros de la corporación, incluido el portavoz del grupo municipal del Partido Popular, Manuel Serena. Los asistentes fueron recibidos por un grupo de jóvenes que ofrecían pegatinas con la bandera, verde y azul, con una rueda de carro roja en el centro, «para simbolizar el cielo y el campo y el camino desde la India y la libertad».

Cerca de un millar. Entre los distintos Pastores de la Iglesia Evangélica de Hellín, José Santiago y José García García, se mostraron «contentos porque el día de fiesta también sea compartido por las autoridades y otras personas del municipio». Recordaron que en la localidad viven cerca de un millar de gitanos con los que colaboran desde el Ayuntamiento, Cáritas o el Secretariado Gitano, «y se va notando cada día más la integración, especialmente por parte de los jóvenes, que se unen y colaboran con los Servicios Sociales, mirando más por el barrio que es de todos». El alcalde, Ramón García, recordó que se trata «de una comunidad muy importante y numerosa, con la que se convive con altibajos a lo largo de los años. En los últimos seis venimos trabajando para mejorar  y reactivar  la vida del barrio, aunando esfuerzos con la Iglesia Evangélica para abrir puertas y que la convivencia sea cada día mejor». Para el portavoz del PP, Manuel Serena, «se trata de una comunidad que tiene que seguir avanzando en sus derechos y obligaciones y apostar por integrarse más todavía en la sociedad hellinera, buscando referentes para mejorar, preservando su cultura, que es muy importante». La comunidad gitana del municipio, según explica el concejal de Servicios Sociales, Emilio José Pinar, representa al 3% de la totalidad de la población hellinera «y por eso es importante que reconozcamos su tradición, cultura y raíces. Hoy venimos a celebrar la diferencia y sentirnos orgullosos de una comunidad como la gitana de Hellín. Desde que se puso en marcha el proyecto comunitario  se van viendo los frutos, cambiando las condiciones de vida y la fisonomía del barrio para bien».

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