El despacho de abogados de Salvador González-Moncayo Cuevas está especializado en divorcios y en asuntos penales relacionados con las rupturas matrimoniales.

Las demandas de disolución matrimonial han bajado un 6,15% en la provincia, ¿lo han notado en su despacho?

Nosotros no lo hemos notado, trabajamos números parecidos al año anterior.

Aunque en su despacho no se ha notado, ¿a qué creen que puede deberse el descenso?

Mucha gente tiene miedo, porque desconoce lo que se va a encontrar con el tema del divorcio. Realmente nos encontramos mucho con ese perfil de madre o padre que si tienen claro que su relación matrimonial ha terminado, que es el primer paso importante para divorciarse, pero que les cuesta dar el paso.

Un factor del que se habla cuando bajan los divorcios es la situación económica, ¿hay mucha gente que no se decide a divorciarse porque con la inflación no ve posible vivir con un solo sueldo?

Así es, eso entra un poco dentro de las consecuencias de las que hablaba, por ejemplo en el caso de una familia en la que han tirado con los ingresos del padre, mientras la madre se dedicaba a la economía doméstica, el divorcio provoca un cambio muy importante en la situación. El padre que tiene su sueldo y que está acostumbrado a mantener a la familia se puede ver con que ahora no sólo tiene que mantener a la familia, sino que tiene que pagar una pensión alimenticia y además se ha tenido que marchar del domicilio familiar. En muchas ocasiones la situación económica frena a un matrimonio a ir a un divorcio. 

¿Puede que el descenso de 2022 pueda deberse a una evolución por el repunte que hubo tras la pandemia?

Sí, la pandemia hizo que la situación estuviera más parada por el parón de la actividad judicial, pero también es verdad que fruto de que se ampliaban los periodos de convivencia de los matrimonios en unas situaciones difíciles y complicadas, eso también hizo salir lo peor de algunas personas y si que se puede deber a eso. 

En cualquier caso, por lo que refleja la estadística, cada vez son más los divorcios que se efectúan de mutuo acuerdo.

Nosotros, por nuestra filosofía de trabajo, ocho de cada 10 divorcios los cerramos con acuerdo. Nosotros nos preocupamos mucho de agotar todas las vías para llegar a un acuerdo con la otra parte, porque nos parece triste y penoso que el futuro de unos niños o la relación de unos padres con sus hijos la tenga que decidir una tercera persona, que en este caso sea un juez. Nosotros a diferencia de la forma de trabajar del abogado tradicional, que quizá quiera desde el principio ir a juicio,  tratamos de luchar un poco contra la demonización del padre o la madre. A día de hoy nos podemos permitir seleccionar a nuestros clientes y elegir a aquellos que van conforme a nuestros valores. Aquel padre o madre que busca un abogado que despelleje a la otra parte, no casa con nuestra forma de trabajar. Además por nuestra experiencia sabemos que eso no conduce a nada y al final quien sufre son los hijos.

¿Cuál es el principal problema al que se enfrentan para alcanzar los acuerdos entre las partes?

Diría que los principales problemas para alcanzar un acuerdo en un divorcio son la custodia y la pensión de alimentos. Al final volvemos a la cuestión económica.