Ureña excita con su toreo un descafeinado desafío ganadero

Pedro J. García
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El diestro afincado en Albacete abrió la puerta grande tras desorejar al segundo de la tarde, Téllez cortó una oreja de poco peso del sexto y 'Morante' se fue de vacío

Paco Ureña torea al natural al ejemplar de Domingo Hernández - Foto: Arturo Pérez

La séptima de abono acogió el segundo desafío ganadero, en esta ocasión entre las ganaderías de Samuel Flores y la casa Domingo Hernández-Garcigrande, que estuvo descafeinado, aunque entre la terna emergió Paco Ureña, torero afincado en Albacete, para excitar el festejo, que con tan poca cafeína más de uno corrió el riesgo de dormirse. No lo hizo porque Ureña logró una puerta de verdad, no sólo por ser más meritorias que las de Leal o la de Manzanares, sino porque la consiguió con mucha verdad en su toreo, esa que le hizo grande y que cala en los tendidos, alguno podrá decir que lo hizo con el toro más terciado del encierro, el corrido en segundo lugar, con el hierro de Domingo Hernández, pero que a la postre fue el mejor de la tarde. Desorejó al de Hernández y ya con la salida en hombros asegurada, ante su segundo enemigo, de Samuel flores, realizó una faena de mucho mérito   y firmeza para redondear una gran tarde.

El otro diestro que tocó peló en la tarde de ayer fue Ángel Téllez, ante el sexto de la tarde, de Samuel Flores, al que realizó una faena que debió ser más completa y que además despachó de un bajonazo para cobrar una orejita de justita petición. Completó la terna Morante, el torero que hace que todo cambie en minutos y que, aunque se fue de vacío, escuchó los olés más rotundos por sus verónicas al cuarto de la tarde.

puerta grande. Paco Ureña se midió en primer lugar a un toro de Domingo Hernández, suelto y sin fijeza de salida, que tampoco se entregó en el caballo y al que el diestro le recetó un lucido quite por gaoneras, rematando con la revolera, mirando al tendido. A las medios se fue a iniciar su faena de muleta, con una serie en la que conjugó ayudados por alto, el de desprecio, el de pecho y naturales, todo muy templado y con mucho gusto en lo que fue el inicio de una labor muy firme e intensa. Continuó con templadísimo y ajustados naturales, con mucha verdad, que continuó cuando volvió a tomar la muleta con la derecha, con series de mucho mando, dejando la muleta en la cara del toro para que mantuviera su fijeza y celo por alcanzar el engaño. Después le costó más al toro y, en la distancia corta, Ureña mantuvo su firmeza en dos circulares en un palmo de terreno. Remató con una serie con la mano derecha, sin ayuda, y una estocada recibiendo de rápido efecto. Aplaudido el toro en el arrastre y dos orejas para el diestro.

Faena de mucho mérito y firmeza la de Ureña al quinto, de Samuel Flores, con poca entrega en los primeros tercios y sin clase ni fondo en la muleta de Ureña, que poco a poco fue metiendo en el engaño al de embestida descompuesta, al que ligó las series a base de exponer y de mucha firmeza, metido entre los pitones en los pasajes finales. Tras un pinchazo dejó una estocada y fue ovacionado.

El primero de Samuel Flores, con el hierro de la F, salió abanto y después echó cara arriba en el capote. Hasta tres veces entró al caballo, las dos últimas huyendo al sentir la puya. En la muleta de Morante siguió en la misma tónica, echando la cara arriba y defendiéndose y, en esta ocasión, el huido fue el torero en una faena que no duró ni un minuto y remató con medio bajonazo. Bronca del respetable. En cuarto lugar saltó al ruedo un sobrero y, tras más de 10 minutos para devolver el toro a los corrales, saltó al ruedo el que correspondía a Morante, de Garcigrande, suelto de salida y cuando llegó al capote, entre los pitos del respetable, se estiró y dejó dos verónicas y una media para el recuerdo, ahora con rotundos olés. En el caballo se llevó tres puyazos, sin entrega, y en la faena de muleta Morante ejerció de cuidador, a media altura, aliviando el remate de los muletazos, por ambos pitones. Un pozo sin agua del toro manso y blando, por lo que el diestro decidió abreviar y dejó un pinchazo hondo, caído y atravesado que fue suficiente para pasaportar al toro. Hubo división de opiniones.

Téllez se midió en primer lugar al de Garcigrande, un toro que tuvo fijeza en el capote, pero que en el caballo no se empleó y al que realizó un vistoso quite por chicuelinas. Con la muleta, comenzó por bajo y el toro dobló. Después, el astado tuvo un calamocheo molesto y Téllez estuvo desconfiado tanto en las series con la derecha con en el toreo al natural, todavía más deslucido. Se puso pesado en una faena que alargó en exceso a un toro blando y sin clase al que remató tras un pinchazo y una estocada caída. A Téllez le tocó en suerte el mejor de los 'samueles', con el que inició la faena doblándose por bajo con astado que tomó la muleta con franqueza. Repitió el astado en series siguientes, en las que no terminó de acoplarse el diestro y pasada media faena llegaron los mejores pasajes, dejándole la muleta en la cara y ligando los pases a un toro que la tomó con nobleza. Más deslucido estuvo al natural, con enganchones y finalizó su labor con la muleta en la mano derecha, sin ayuda, siendo cogido sin consecuencias. Tras un pinchazo dejó un bajonazo.

FICHA:

Ganadería. Se lidiaron tres toros de Samuel Flores (el primero con el hierro de la F), dos de Garcigrande y uno de Domingo Hernández, desiguales de presentación y juego, siendo el mejor el terciado segundo, de Domingo Hernández.

'Morante'. Púrpura y oro. Bronca y división de opiniones.

Paco Ureña. Marino y oro. Dos orejas y ovación.

Ángel Téllez. Blanco y oro. Silencio tras aviso y una oreja tras dos avisos.

Incidencias. La plaza registró dos tercios de entrada en una tarde que fue agradable.