En estas tardes se ven las buenas cuadrillas

P.B.
-

Unos primeros tercios complicados, con toros que tardaron en romper, pusieron a prueba tanto a banderilleros como a picadores

No lo pusieron fácil los astados en el tercio de banderillas. - Foto: A.P.

Hay tardes que los toros suelen plantear problemas a los hombres de plata o de oro en el caballo y es posible que esto se deba a la frialdad y poca entrega de los toros, debido al excesivo manejo a que son sometidos durante su vida en el campo. 

Saneamientos rigurosos, que las normativas europeas exigen, tratamientos eventuales por alguna enfermedad o parásitos, puesta de fundas, quitar fundas, en fin una cantidad de operaciones que hacen a los toros estar familiarizados con las personas, por lo que salen con poca acometividad y hasta el tercio de banderillas no se enteran que aquello va en serio. Cada vez se ven menos toros cuajados con el capote, yéndose sueltos de la suerte, punteando los trastos, lo que dificulta la labor de los lidiadores, picadores y banderilleros, ya que no embisten con franqueza hasta que el matador les obliga con la muleta y, por supuesto, tienen el fondo necesario para embestir.

El primero no se vio en la muleta, el segundo rompió en el último tercio, el tercero tampoco rompió en la muleta al igual que el cuarto, irregular y sin entrega, mientras que el quinto y el sexto, rompieron a embestir por abajo, una vez que se les planteó la pelea y sacaron el fondo que tenían.

Se esmeraron en banderillas, con riesgo y teniéndoles que llegar mucho Trujillo y Sánchez Araujo al primer toro, Curro Vivas en el segundo, Jesús Aguado en el tercero, Lili en el cuarto, Agustín de Espartinas y Azuquita en el quinto y Fernando Pérez y Navazo en el sexto. Las lidias tampoco se privaron de dificultad, por lo que la efectividad fue la nota dominante como la de Melgar en el segundo, Navazo en el tercero, Trujillo en el cuarto, Curro Vivas en el quinto y Jesús Aguado en el sexto.

No ha sido tarde de que los toros se emplearan en el caballo, a excepción del quinto, de Samuel Flores, al que Pedro Iturralde le recetó un buen puyazo, pero el resto, o se dejaron sin más o se fueron rápido del peto.

Hoy esperemos que la casta de los de Daniel Ruiz, permita que los hombres de plata y a caballo puedan lucirse mejor y haya espectáculo en todos los tercios.

ARCHIVADO EN: Toros, Cuadrillas