El escritor y fotógrafo albacetense David Olivas regresa con su nueva novela, El vuelo de la mariposa. El autor comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de esta obra, una historia de amor y superación, que estará hoy en los escaparates de las librerías. 

¿Se siente más cómodo como novelista o fotógrafo?

Soy alguien que cuenta historias. Cuanto hago fotografías cuento una historia y en una  novela narro una historia que quiero transmitir a los lectores. Al final, cuento historias para emocionar a la gente.

¿Un buen momento para que salga la novela?

Creo que, a pesar de esta situación tan caótica, la  primera vez que la vivíamos, me parece un buen momento, porque la gente valora más la cultura, los libros, el cine, las series, porque es con lo que nos hemos entretenido estos días en casa. 

La gente va a ir a las librerías, escogerá un libro y se lo va a leer. Todos hacemos hincapié en volver a la lectura. 

¿En El vuelo de la mariposa cambia su forma de escribir?

Por completo El vuelo de la mariposa es una novela mucho más madura, con una protagonista mayor que en La  misma brújula, que era una novela juvenil. En esta nueva obra la historia comienza de un modo muy fuerte, una pérdida en los atentados de París. Está hecha para la gente que me empezó a leer en La misma brújula y, sobre todo, para los que no me conocían. Es una novela adulta que les va a hacer viajar y les atrapará  hasta el último momento, hasta conocer el final de la historia.  

¿En qué género se mueve?

Es una novela romántica, pero sobre todo, tiene un punto dramático, familiar.

Quiero que, cuando alguien termine la novela, llame a su abuela, a su madre, a su hermano. Es una novela que nos hará darnos cuenta del tiempo que perdemos. 

¿Otra oportunidad para volver a ser feliz?

Exacto, nos habla de cómo, a pesar de que la vida nos dé unos golpes tremendos, ese túnel acaba en una pequeña luz  y nos habla de eso, de las oportunidades que nos da la vida y la esperanza que nos brinda, que creo que la gente acogerá en estos momentos como una esperanza total. 

¿Se centra en el carácter y las relaciones entre los distintos personajes?

Sí. Julia comienza en la novela totalmente rota y vuelve a su pueblo que está en Asturias, Cudillero, para intentar recuperarse y, a lo largo de la obra, vamos viendo la evolución de Julia, la protagonista, que comienza completamente rota. Esa evolución nos hará darnos cuenta también  de su viaje interior. 

¿Por qué una protagonista femenina?

Era una de las cosas que más respeto me daba, hablar con voz femenina, pero cuando mandé la novela a mi agente,  me dijo que lo había conseguido, que no parecía que la había escrito un chico, tiene  una voz femenina.  

Cuida mucho esas relaciones con los mayores...

Es algo que quería hacer. Tengo una relación muy fuerte con mi abuela y esa novela nació de ahí, de unas fotografías y unas cartas que me enseñó, de mi abuelo. A raíz de eso comencé a armar la historia, una obra en honor a todos los abuelos. 

¿Una historia actual?

La novela comienza con los atentados de París, en 2015, y vemos una situación que todos recordamos, ya que quería que los lectores ubicasen en el tiempo ese acontecimiento y viajasen con la protagonista para recordar. 

Una acción que traslada a otros países.

Exacto, la protagonista viaja a Alemania, en una búsqueda  de respuestas sobre el pasado de su abuelo y la sitúo en Hamburgo, una ciudad que me atrapó. 

Recuerda un pasado muy español, con la emigración.

Así es, mis abuelos me contaron esto y vi que había una novela. Quise hacer un homenaje a ellos y a todo el que la pueda leer, porque seguro que, entre sus antepasados alguien lo hizo, emigró.  

¿La presentará?

En Albacete ya batimos récord. Precisamente, me llamó Librería Popular y me comentaron que se habían alcanzado las 300 reservas, ahí ves el cariño. Siempre la presento en mi ciudad y me gustaría hacerlo cuando se pueda. El inicio, cuando saco un libro, siempre ocurre en Albacete.