Albacete tiene mucha historia aunque mucha gente no la conoce. Es cierto que la capital es una ciudad moderna, aunque también esté dotada de un rico patrimonio, tanto arquitectónico como cultural, pero no es menos cierto que hay numerosos pueblos de la provincia con un riqueza histórica que nos debe llenar de orgullo.
Chinchilla de Montearagón es un claro ejemplo. Una de nuestras poblaciones más visitadas es también la ciudad más antigua de la provincia. Hoy se celebra un acto para conmemorar que el 24 de abril de 1422, el rey Juan II de Castilla le concedía el título de Ciudad en agradecimiento por su ayuda en su lucha contra infante de Aragón, don Enrique, que le había arrebatado el trono. La historia pone a Chinchilla como la primera ciudad de la provincia, un nombramiento del que se cumplen hoy 600 años.
Y esto no es algo que deba sorprendernos si tenemos en cuenta que era la urbe de referencia de La Mancha en aquellos tiempos, cuando Albacete era poco más que una aldea de Chinchilla. Su importancia administrativa y su situación geográfica la convirtió por méritos propios en una de las ciudades con un mayor patrimonio de la zona y eso es lo que muchos siglos después podemos disfrutar tanto los albacetenses como los turistas que nos visitan de fuera.
Visitar Chinchilla es retroceder a la Edad Media. Pasear por sus empinadas calles y admirar monumentos como el Claustro de Santo Domingo, el Palacio López de Haro o su imponente Castillo, entre otros muchos, permiten al visitante imaginarse en otras épocas y eso solo se produce en pocos sitios.
Chinchilla es en estos días el ejemplo más claro por la celebración del VICentenario de su título de Ciudad, pero hay más ejemplos que convierten a Albacete en una provincia con mucha historia, como puede ser Almansa que este fin de semana están llevando a cabo la recreación de su histórica batalla en la Guerra de Sucesión en 1707, que tiene a la ciudad repleta de aficionados a este tipo de eventos.
También celebramos este año el octavo centenario de la Romería delSantuario de Cortes y se espera que más de 100.000 peregrinos pasen por él, demostrando que Alcaraz es otro de los lugares emblemáticos de nuestra provincia. Chinchilla, Almansa y Alcaraz son solo tres ejemplos de la riqueza histórica de una provincia que ha aprendido a vender su producto fuera de nuestros límites, aunque también sería bueno que los propios albacetenses nos lanzásemos a conocer más y mejor el rico patrimonio arquitectónico, cultural, religioso e histórico que tenemos la suerte de poseer en nuestra tierra y presumir de ello.