Juan Luis Rodríguez cumple el 50 aniversario de su doctorado

Pedro Belmonte
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El diestro, que tomó la alternativa en la plaza de toros de Albacete, recibirá un merecido homenaje el sábado, en el restaurante Álvarez de la capital, a partir de las 14 horas

Juan Luis Rodríguez en día de su alternativa.

Fue el 12 de septiembre de 1972, cuando en la plaza de toros de Albacete, el maestro de Camas, Paco Camino, le dio la alternativa con la presencia como testigo de José Luis Galloso. El toro se llamaba Lumbrón y pertenecía a la ganadería de Mercedes Pérez Tabernero. Al haberse cumplido medio siglo del doctorado de Juan Luis Rodríguez, que supuso el matador número 26 de Albacete, sus amigos, familia y aficionados, le rendirán un homenaje, que tendrá lugar el próximo sábado 22 de octubre en el restaurante Álvarez de la ciudad a partir de las 14 horas, donde se darán cita sus más allegados para demostrar el cariño y la admiración que le tienen y de esta manera poner en valor la carrera y vida de un hombre cabal, del toro, que siempre demostró y llevó por bandera los valores más grandes de la Tauromaquia, tanto en su corta e intensa vida como espada, como en su larga trayectoria como torero de plata, donde brilló con luz propia, dando lustre a las cuadrillas de los matadores de toros albacetenses, entre los que se encuentran el inolvidable Dámaso González y Manuel Caballero.

La carrera de Juan Luis Rodríguez estuvo siempre marcada por su humildad y buen hacer. Tras un tiempo por las capeas, que era el aprendizaje de los que querían ser toreros en esos años, debuta con picadores en 1970, temporada en la que se viste de luces en 15 ocasiones, con triunfos tan rotundos como el de Valencia, el 12 de octubre cortando tres orejas, trenzando el paseíllo al año siguiente en 12 tardes.

«Son 29 las novilladas en que actúa durante la temporada de 1972, tomando la alternativa el día 12 de septiembre en la cuarta corrida de la feria de Albacete feria, con toros de Mercedes Pérez Tabernero, cediéndoles los trastos Paco Camino y José Luís Feria Galloso de testigo con el toro de nombre Lumbrón, dando una vuelta al ruedo tras fallar con la espada. Tres corridas toreó ese año 1972, y algunas más durante los tres años siguientes, destacando las dos tardes que lo hizo en la feria de Albacete, saliendo en hombros en ambas actuaciones, con dos y tres orejas respectivamente. Tras la falta de contratos, decide cambiar el oro por la plata toreando siempre a las órdenes de espadas paisanos, comenzó con Antonio Rojas, Rafael de la Viña y con Manuel Caballero en su época de novillero. Entró a formar parte de la cuadrilla de Dámaso González permaneciendo con él hasta su retirada, para seguir en activo con Manuel Caballero hasta la retirada del torero.  Como padre, ha vivido también los éxitos y sufrido las dificultades de una carrera taurina como la de su hijo Juan Luis Rodríguez, a quien aconsejó y templó para hacerse un hueco en la profesión.

El sábado el torero será objeto de un merecido acto de reconocimiento, cuya excusa ha sido la del medio siglo de alternativa, pero que en realidad es para que los muchos amigos que tiene, le demuestren el cariño y el respeto que siempre le han profesado, pero en este caso, poderlo hacer también con una abrazo.