La portavoz del Gobierno, Blanca Fernández, reconoció que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) puede tener una incidencia negativa en algunos sectores como el agrario, por lo que planteó que sería recomendable estudiar medidas compensatorias para el sector sin perjudicar a los trabajadores. A preguntas de la prensa sobre las palabras del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien vinculó los malos datos de la EPA en su región por la pérdida de ocupados en el campo con la subida del SMI, Fernández reconoció que «es verdad» que en el sector agrario esta subida «puede tener una incidencia negativa cuando las cosas no van bien».Explicó que «si en el sector olivarero esta campaña va mal porque hay una mala cosecha y unos precios muy bajos, el tener que pagar salarios más altos es otra carga en los costes de producción a cuenta de los agricultores». Aclaró, no obstante, que «eso no quiere decir que la Junta se posicione en contra de la subida porque «la gente tiene que poder vivir una vida digna con su trabajo».

En el ámbito agrario hay división de opiniones. Desde Asaja, por ejemplo, se aplauden las palabras de Fernández Vara, mientras que UPA recuerda que la subida del SMIes un acuerdo firmado por patronal y sindicatos y que, a priori, en la región «se está pagando por encima de estos 950 euros» a los empleados agrarios. 

Desde Coag se va un poco más allá, planteando la instauración de un Salario Mínimo a cargo de las ayudas de la  PAC para mantener las explotaciones agrarias. Y es que, como insisten, en el campo ya se está pagando por encima de este SMI, «lo que no están por debajo son los precios que nos pagan por nuestros productos».