La restauración del órgano histórico de Lezuza avanza a buen ritmo. Concluidos ya los trabajos de rehabilitación de la caja, ahora llegó el turno para la reconstrucción de la parte instrumental, que se desarrolla en el taller de organería de Carlos Álvarez en Villel (Teruel).
Como ya informó La Tribuna, la Asociación de Amigos del Órgano Histórico fue la promotora del proyecto y aportó parte de los fondos necesarios a través de donativos. Las administraciones local, provincial y regional se implicaron también en la iniciativa, al igual que la parroquia y el Obispado de Albacete, de forma que el presupuesto total de las actuaciones supera ya los 100.000 euros. Alfonso Avendaño, alcalde y presidente de la asociación, junto a otros de sus miembros (Pepe Gómez, Natalio Avendaño y Ángel Munera) visitaron recientemente el taller y quedaron muy satisfechos con el avance de los trabajos, planteados en cuatro fases de las que ya se desarrollan las dos primeras, según explicó Álvarez.
Según detalla Munera, «en la visita pudimos apreciar los elementos funcionales y mecánicos de la parte instrumental del órgano, tales como los secretos con sus bastidores machiembrados, tapas correderas y panderetes» y «también comprobamos el funcionamiento de los mecanismos de reducción que se encargan de transmitir el movimiento de los teclados hasta los secretos y otros tantos elementos que componen la maquinaria interna del órgano».
El organero confía en poder montar ya parte de ellos este verano en la parroquia, que alberga «un instrumento extraordinario para las características de la población, casi monumental y más propio de catedrales». En cuanto al desarrollo de su labor, relataba que «es difícil, al no conservar toda la documentación que nos gustaría sobre su estado original, aunque las investigaciones del Instituto de Estudios Albacetenses sí han servido para localizar información muy valiosa».
También destacaba Álvarez «la ilusión y el interés por el patrimonio musical» que están demostrando los colectivos lezuceños, «una población pequeña que, como otras, quizá no conserve tanto patrimonio como las ciudades, pero sí muy relevante».
«Se han esforzado muchísimo y seguro que van a sacar adelante el proyecto», proseguía, agradeciendo además «la apuesta por un taller profesional», ya que asegura que en su sector «por desgracia, también hay intrusismo de gente sin los conocimientos necesarios y que ofrece presupuestos más bajos».