El Albacete Balompié ha cogido una buena linde y por ese camino quiere continuar sin desviar el principal objetivo que es la salvación. Nadie quiere hablar más allá de los 51 puntos a pesar de la gran temporada que está protagonizando el equipo de Rubén Albés, que va todavía más allá señalando que ya tendrá tiempo para pensar en esta nueva semana de tres partidos ya que ahora está centrado en el Villarreal B.

El técnico quiere aprovechar este buen momento para enlazar una segunda victoria consecutiva en el Carlos Belmonte y enviar un mensaje a sus rivales sobre la dificultad que entraña jugar en el Estadio manchego. Hacer un fortín del Belmonte es una de las claves, quizás por que Albés sabe que todos esos buenos resultados fuera de casa no son normales y no quiere meterse en problemas el día que los resultados fuera empiecen a flojear.

El Albacete, a pesar de las numerosas bajas con las que afronta cada semana, mantiene un altísimo nivel de entusiasmo que ha contagia a la afición, que está deseando que lleguen las 21 horas para disfrutar de su equipo.

Bien es cierto que dichas bajas apenas afectan a los jugadores con los que habitualmente juega Albés desde que comenzó la temporada. El técnico ha encontrado su equipo base y poco lo mueve, a no ser por necesidad. Esta semana debe encontrar el relevo para Lander Olaetxea, sancionado por acumulación de tarjetas. Su relevo natural es Sergi Maestre y el propio Albés no dejó pie a la especulación anunciando el viernes que el catalán sería titular. «Es mi extensión en el campo, igual que lo es Lander», dijo un técnico que sabe como calar en el jugador y transmitirle como quiere que juegue el equipo. Es sin duda el gran secreto de este Albacete, la capacidad de los jugadores de captar el mensaje del técnico y plasmarlo luego en el terreno de juego.

(Más información en la edición impresa y en la APP de La Tribuna de Albacete (https://latribunadealbacete.promecal.es))