Absuelven al acusado de abusar de una menor

J.G.
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La sentencia concluye que las declaraciones de la niña, que se consideran la única prueba de cargo, no son persistentes, con lo que no es posible la condena

El juicio se celebró en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. - Foto: Rubén Serrallé

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete ha absuelto a un joven, que se enfrentaba a tres años y cuatro meses de prisión, por abusar sexualmente de una menor, de 13 años de edad. 

 Según la Fiscalía, que también solicitaba la prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 500 metros durante cinco años y una indemnización de 4.000 euros para la niña, el 23 de septiembre de 2018, el procesado, C.M.M.S., contactó con la menor, con el pretexto de hablar sobre la ruptura con su prima de la que él había sido pareja, por lo que quedaron en el Parque Abelardo Sánchez de Albacete.

Después el ya absuelto le propuso subir a su vivienda con la excusa de que en el parque se encontraba su expareja. Ya en la vivienda, según decía la Fiscalía, el acusado comenzó a realizarle tocamientos por diversas partes del cuerpo, llegando a fotografiar sus genitales. 

La Sentencia. Sin embargo, la sentencia ha dado la razón al abogado de la defensa, Emilio López Izquierdo, ya que afirma que en la vivienda del acusado, donde se encontraban dos hermanos de éste, estuvieron unos minutos en la habitación, hasta que se marchó la menor porque la llamó una amiga.

 En cuanto a los presuntos abusos, sólo dicen que «la única prueba del grave delito cometido consiste en el testimonio único de la menor», del que dicen que «tampoco dicho testimonio se aprecia persistente, ni rico en detalles». «La falta de corroboración no ayuda a considerar suficiente prueba incriminatoria el aislado testimonio de la menor».

El abogado Emilio López Izquierdo se mostraba satisfecho con la absolución de su cliente. «Estamos satisfechos con la sentencia, se ha probado que no hubo culpabilidad por parte de mi cliente, porque la denunciante no aclaró los hechos, hubo contradicciones con respecto a su declaración en instrucción y su testimonio fue poco creíble e incoherente para una persona que dijo tener miedo a mi mandante y, sin embargo, no dudó en ir a su casa y meterse en su dormitorio. Además el relato de los hechos que hizo en instrucción era sustancialmente distinto a lo que declaró en el juicio».

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