Esta semana se hizo público el proyecto de iluminación navideña que el Ayuntamiento ya instala en las calles y plazas de la capital manchega. Lo más llamativo son los arcos que se colocaron en la remozada calle Ancha, que vendrá acompañado por un espectáculo de luz y sonido nunca visto antes en la ciudad. Ya era hora de que la ciudad contará con un proyecto de iluminación navideña en condiciones. Desde que llegué a Albacete, cuando se acercaban las navidades, comerciantes y ciudadanos siempre se quejaban de que nunca había unas luces adecuadas para la ciudad. Seguramente que atraigan a numeroso público y potenciales clientes del comercio local. Ahora ya lo tienen. Conozco la experiencia de la Plaza Mayor de Salamanca con un espectáculo de luz y sonido que se reproduce cada hora y congrega a cientos de personas todos los días durante las fiestas y el ambiente es inmejorable.
Obviamente, esa mejora en la ambientación navideña tendrá mayor coste para las arcas públicas, pero el quid de la cuestión reside en cómo se presentó el proyecto a la ciudadanía y en determinar si es el mejor momento para realizar esa inversión, con las directrices de ahorro energético por parte del Gobierno y la escalada de los precios de la electricidad.
Es la primera vez que se realiza una iniciativa de esta envergadura y el resultado se verá en un par de meses. Entonces será el momento de hacer balance y sentenciar si fue un despilfarro económico o un acierto estratégico, como defendieron el líder de la oposición, el popular Manuel Serrano, y el acalde de la ciudad, el socialista Emilio Saéz, respectivamente. El tiempo sentenciará.