El doctor Julio Virseda Rodríguez tomará hoy posesión de forma oficial de su sillón como miembro de la Real Academia de Medicina de Castilla-La Mancha, en un acto que tendrá lugar en el salón de actos del antiguo Ayuntamiento, y donde impartirá una conferencia titulada Ensayo filosófico sobre la cirugía y los cirujanos a través de la historia. La contestación a su discurso vendrá de la mano de Rocío Álvarez López, académica numeraria de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Murcia.

Fue en 2019 cuando tras más de tres décadas seguidas de ejercicio profesional como urólogo al frente del Servicio de Urología del CHUA, y como profesor titular, el doctor Virseda se jubilaba de la sanidad pública, que no de la privada, donde sigue ejerciendo con una consulta de urología a su cargo. Asegura que no tiene intención de colgar la bata de médico, algo que hará cuando deje de ser útil para los pacientes. 

¿Orgulloso de su nuevo cargo del que hoy tomará posesión como miembro de la Real Academia?

Así es, y mucho. La Academia tiene académicos numerarios y académicos correspondientes.Yo pertenezco a los primeros, que es un grupo limitado de integrantes. Poco a poco se irá completando el número total de miembros numerarios de la institución y después se abrirá el abanico al segundo grupo, que pueden ser de cualquier parte del país y del mundo, con el fin de darle más cabida a más gente interesante.

Tener el patronato Real le da una consideración mayor a la Academia de Medicina, un órgano con una función consultora de cualquier tema de investigación biocientífica. 

Entiendo que esta distinción es todavía mayor teniendo en cuenta que usted ya integró la Sociedad de Medicina y Cirugía de Albacete que es el germen de esta Academia, ¿no?

Efectivamente, el embrión fue la Sociedad de Medicina y Cirugía que los pioneros la fundaron en 1968, una tradición de más de 50 años que permitió solicitar la concesión de la sede de la Academia para Albacete, ya que había otra candidatura.

Al haber habido gobiernos de signo político distinto eso dificultó que este proyecto fuera  una realidad retrasando su inicio. Gracias a la insistencia del presidente, Pedro Tárraga, y de otros doctores como Juan Solera, que han insistido mucho a las autoridades, al final el Gobierno regional dio luz verde a este proyecto, ya que Castilla-La Mancha era la única comunidad autónoma junto con La Rioja que no contaba con esta institución científica. 

¿Qué ha primado de su ditalada trayectoria para este reconocimiento?

En los 33 años de ejercicio profesional en Albacete me correspondió allá por el año 1987 el ir creando el Servicio de Urología del Hospital General de Albacete, que a mi llegada constaba de tres médicos especialistas en Urología y a mi jubilación el equipo estaba integrada por 14. Otro aspecto que ha podido primar es que al frente de este Servicio tuve la suerte de llevar a la práctica técnicas pioneras como el tratamiento de la litroticia extracorpórea para acabar con los cálculos del riñón. Una técnica que abrió el camino a otras mejoras, y que evitó el desplazamiento de pacientes  otros hospitales. Nuevamente en el año 2003 Albacete inició el programa de trasplante renal como provincia pionera en la región. Cuando yo me marché  iban 500 trasplantes renales y ahora se superan los 600. 

Un hospital como el de Albacete que podía pensarse de provincias consiguió en Urología, como en otras especialidades, estar en primera línea nacional de otros hospitales españoles.

¿Sobre qué hablará en su discurso de entrada a la Academia?

Pensé en dar un discurso de entrada vinculado de forma directa con mi trabajo durante muchos años, como es la cirugía del aparato urinario  y genital, pero luego llegué a la conclusión que este tema al ser tan específico podría ser objeto del interés de unos pocos y por ello elegí el tema del ensayo filosófico de la cirugía y los cirujanos a través de historia. Por ello hablaré de qué nos diferencia de otros colegas de la Medicina, sobre todo, los médicos internistas, separando la mentalidad internista de la quirúrgica, que son aspectos que en un inicio vocacional son diferentes.

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