El 'efecto-Suárez', más allá del gol

Diego Izco
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El día de su 34 cumpleaños alcanzó su duodécima diana en el torneo y certificó la remontada de un Atlético al que se le ha puesto cara de ganador. Si Madrid y Barcelona quieren reaccionar, ya parece tarde

El ‘efecto-Suárez’, más allá del gol - Foto: JUAN MEDINA

En ocasiones es más importante fichar a un ganador que a un buen futbolista. «Este meterá 25 goles y este otro solo 15, pero ha ganado finales». Técnicos como Simeone elegirán al segundo («Ya me encargaré yo de amortizar la quincena») porque siempre ha considerado que al Atlético le faltaba gol, sí, pero sobre todo alguien como Luis Suárez, el tipo que le ha cambiado la cara al equipo. Ahora ‘Atlético de Madrid’ suena favorito. Sin desmerecer a otros arietes de esta brillante época reciente, lo que el ‘charrúa’ aporta, el llamado ‘efecto Suárez’ va mucho más allá de esos 12 goles. Es la sensación de habérselo ‘robado’ al Barça, de que cualquier cosa es posible en los últimos metros y de que ya no hay que fiarlo todo a la defensa. Ahora se ataca como atacan los ganadores. 

 

El jugador moderno

Marcos Llorente es el prototipo del futbolista moderno que empieza a imponerse en el juego de esta tercera década de siglo:un físico prodigioso, una capacidad de sacrificio brutal... y en el caso concreto de los atacantes, una capacidad inmensa para esconder los defectos y potenciar las virtudes. Incluso a Simeone, técnico eminentemente defensivo, le pareció una pérdida de recursos asombrosa que en su fútbol de espacios abiertos y aprovechamiento del error del adversario, el exmadridista no tuviese carta blanca para volar hacia adelante. 

 

‘Brotes verdes’

Madrid y Barça van tarde a por el ‘Atleti’, como llegar al andén a las 22,15 para coger el tren de las 22. Sin embargo, mientras las matemáticas no coronen a los rojiblancos, deben empeñarse en ver ‘brotes verdes’. El Madrid festejó con estruendosa euforia el tercer gol de Hazard como jugador blanco, como si a partir de ahora fuesen a caer todos los que faltan de golpe;el Barça, la irrupción del mejor De Jong (gol y asistencia en Alicante), el muchacho que enamoró desde el Ajax y que costó 75 millones de euros. Y sí, es lícito hacerlo, pero a nadie escapa que son alegrías cogidas con pinzas, meros clavos ardiendo a los que agarrarse.