"Occidente y Oriente están más lejos que nunca en cómo ven la vida"

Javier M. Faya (SPC)
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Considera esta abogada argentina que no hay existencia sin respeto, que es la primera palabra para sentarse a hablar: «Lo necesitamos para construir una vida y es algo que debemos aprender y enseñar»

"Occidente y Oriente están más lejos que nunca en cómo ven la vida" - Foto: Asís G Ayerbe

Corre el 2014 y Siria continúa en guerra. Álvaro, un fotógrafo argentino, decide viajar allí para cubrir la contienda, acabando en la casa de los Al Kabani, una familia musulmana que le proporcionará los medios para introducirse en Duma, ciudad tomada por los rebeldes. Así arranca Una luz fuerte y brillante (Espasa), de Viviana Rivero, que cuenta una historia de amor que traspasa todos los límites.  

¿Qué pretende con esta novela? 

Es una denuncia de lo que viven las mujeres de esa parte del mundo. Es la voz de las que no tienen voz.

¿Qué tiene de sensual el mundo árabe? ¿Qué es lo que nos fascina tanto a los occidentales?

Ese mundo nos parece sensual por la cantidad de detalles y ritmo pausado. Nos fascina porque es muy diferente al nuestro.

¿El libro está basado en hechos reales? ¿Hasta qué punto?

Sí, está basado en hechos sociales e históricos reales. Conocí y entrevisté a una pareja que venía huyendo de la guerra de Siria. La historia personal es diferente, pero los relatos de guerra, de huida y la vida de las mujeres esta contado tal cual me lo relataron.

¿Cree que los reporteros de guerra son capaces de llevarse los sentimientos al frente? 

Creo que los llevan, pero durante las horas que hacen su trabajo en plena guerra se los olvidan, sino no podrían hacer su trabajo. Es demasiado fuerte lo que ven. 

¿Se ha sabido o se sabe realmente lo que pasa en Siria? 

Conocemos lo que sucede allí a través de los que logran huir y nos cuentan. Como me ocurrió a mí en el caso de esa pareja.

Álvaro y Duma se quedan atrapados en un edificio en ruinas sin comida, con poca agua, posiblemente con muchos prejuicios y con todo el tiempo del mundo para conocerse. Derriban barreras, se hacen amigos, y hasta se enamoran. ¿Deberíamos conversar más?, ¿sería el mundo un lugar mejor si se charlara con mayúsculas?

Creo que aquí podemos aplicar una frase que suelo usar y es «pongamos a dos personas que les han enseñado a odiarse en un lugar libre de prejuicios y llegarán a entenderse». A veces, cuando las personas se despojan de todo y solamente queda el ser, el alma, la esencia misma de las personas y es poco probable que surja el odio, pongamos a dos personas en lugares libres de prejuicio y pueden llegar a entenderse. Porque los dolores y las felicidades inherentes a los seres humanos son muy parecidas cualquiera que sea la cultura.

¿Han estado más lejos Oriente de Occidente que ahora? 

Antes, en otros siglos, Oriente y Occidente estaban lejos físicamente. Creo que ahora ya no por los medios de transporte, internet, las redes sociales... Todo lo hace cercano, pero están más lejos que nunca con respecto a cómo ven la vida.

¿Qué puede Occidente aprender de Oriente y viceversa? 

Occidente puede aprender de Oriente la paciencia, jamás olvidar los orígenes, el respetar los orígenes, los detalles, el mundo de detalles que ellos manejan. Oriente lo que puede aprende de Occidente: el respeto a la individualidad más allá de cualquier otra cosa, el respeto a la libertad de las personas.

¿Qué es la luz fuerte y brillante? 

La luz fuerte y brillante en el libro significa esa ayuda sobrenatural que viene hacia el ser humano cuando realmente lo necesita, en un momento de sufrimiento o de desesperación, o de confusión. Pongámosle el nombre de Dios, de universo o de energía. O el nombre que quiera darle. Esa fuerza siempre está allí para ayudarnos, pero en medio de las vidas aceleradas y estresadas que tenemos no somos capaces de verla ni de oírla ni de recibir la ayuda. En el caso de Álvaro, la vida le quita todo, sus móviles, su televisión, sus noticias, ambiciones. Vive de una manera tan simple que comienza a dejarse guiar un poco más por esta luz fuerte y brillante que creo puede ayudar a cualquier ser humano.

¿Hacia dónde va el feminismo? ¿Queda mucho por hacer?

Es el comienzo. Por fin las mujeres tenemos los reflectores puestos sobre nuestras cabezas y al mundo le interesa saber qué opinamos, cómo nos sentimos. Esto no pasó con nuestras madres ni con nuestras abuelas.

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