En la provincia de Albacete hay valoradas con igual o más de un 33 por ciento de discapacidad 37.680  personas, una cifra que se ha ido incrementando a lo largo de los últimos años en la misma medida que han crecido las solicitudes de valoración de discapacidad presentadas en el Centro Base de Valoración de la Discapacidad de Albacete, dependiente de la Consejería de Bienestar Social. 

Durante el año 2019 el Centro Base de Valoración de la Discapacidad ha recibido y procesado informáticamente 7.009 solicitudes de valoración de discapacidad presentadas por albacetenses, frente a las 6.311 que se registraron durante todo el ejercicio 2018, lo que representa un incremento del 11%. El progresivo aumento de peticiones que llegan a este recurso en busca de un reconocimiento de discapacidad y con ello de los beneficios que eso implica se ve reflejado en que durante 2017 se tramitaron 5.582 solicitudes.

El director del Centro Base de Valoración de la Dependencia de Albacete, Rafael García Milla, informó que de ese volumen de peticiones se han resuelto ya y cuentan con el correspondiente informe de valoración 5.384, tanto de primera solicitud, como de revisión.

García Milla reconoció que ahora de media cuando están operativos los tres equipos de valoración se atiende entre 35 y 40 personas.

De hecho, Albacete es la provincia con un mayor volumen de peticiones respecto al resto de provincias de la comunidad autónoma, «incluso llegamos casi a doblar las que reciben en el Centro Base de Ciudad Real, y superamos las recibidas por Toledo, que tiene a nivel provincial 200.000 habitantes más que Albacete».

Las personas usuarias de los servicios del Centro Base de Atención a la Dependencia de Albacete califican el trato recibido por el personal técnico de este dispositivo de muy satisfactorio y con alta calidad, aunque también han aportado algunas sugerencias para ser tenidas en cuenta por la administración. Esa percepción se ha obtenido del primer estudio realizado de evaluación de la satisfacción en un Centro Base de España, que surge fruto de la colaboración entre la Consejería de Bienestar Social y la UCLM, estando también avalado por la Universidad de Murcia y tres facultades: la de Magisterio del campus de Albacete, la de Trabajo Social del campus de Cuenca, y la de Sociología de Murcia, como parte del trabajo de fin de grado de una alumna de Trabajo Social, de la UCLM.

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