«Ante un virus letal como el Covid hay que vacunarse»

Teresa Roldán
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«En Dermatología hay 3.000 enfermedades y naturalmente es imposible conocerlas todas, lo que requiere de un aprendizaje de por vida»

Manuel Ballesteros Redondo, médico albacetense residente en el Hospital Clínico Universitario de Valencia en la especialidad de Dermatología y Venereología médico-quirúrgica. - Foto: José Miguel Esparcia

Manuel Ballesteros Redondo es un médico albacetense residente de tercer año en el Hospital Clínico Universitario de Valencia en la especialidad de Dermatología y Venereología médico-quirúrgica. Ballesteros estudió Medicina en la Facultad de Albacete, donde tras obtener una buena posición en la prueba MIR, el 550 a nivel nacional, pudo elegir una de las especialidades que tradicionalmente más demanda suscita entre los aspirantes a una plaza de formación sanitaria especializada. Desde la ESO tuvo claro que quería ser médico y la buena nota obtenida en la selectividad le permitió cumplir con su aspiración. En su todavía corta trayectoria profesional ya ha intervenido en muchos congresos nacionales presentando comunicaciones orales y pósters, y actualmente es el representante nacional de residentes de Dermatología en la Academia Española de Dermatología y Venereología, junto a su compañero el doctor David Revilla, del Hospital de Salamanca.

¿Qué le llevó a elegir la especialidad de Dermatología, la nota que obtuvo o las rotaciones durante la carrera?

Dermatología es la primera opción en el MIR para los mejor posicionados, está de moda, junto con Cirugía Plástica que otros años ha sido otra de las preferidas, aunque es necesario sacar muy buena nota en el examen MIR, por debajo de 1.000. Durante la carrera siempre tuve claro que quería ser oftalmólogo, como un tío mío, porque me gustaba mucho esa rama. Pero un rotatorio que hacemos los alumnos de la Facultad de Medicina de Albacete en sexto en el Hospital de Toledo, de casualidad roté en Dermatología un mes, y ahí me di cuenta que esta especialidad era lo mío. Me encantó. Entonces me centré en estudiar mucho para prepararme la prueba MIR y con la confianza de que podía conseguirlo, y así fue.

¿La elección de Valencia para hacer el período de residencia en un hospital público, en el Hospital Clínico Universitario, se debió a algún motivo concreto?

Mi idea cuando realicé el MIR era salir de Albacete y mis opciones: Alicante, Valencia o Murcia. Para el Hospital Universitario de La Fe sólo había una plaza de residente de primer año en Dermatología y la eligieron antes de que me llegara a mí el turno y por eso el Hospital Clínico Universitario fue mi mejor baza. La verdad es que en Valencia el nivel de los servicios de Dermatología es bastante homogéneo entre todos los hospitales públicos.

¿Considera que la formación recibida en la Facultad de Medicina de Albacete, con un sistema de autoaprendizaje y evaluación continua le favoreció para sacar buena nota en el MIR y luego de cara a la etapa de residente?

Sin duda, la Facultad de Medicina de Albacete se rige por un modelo que es de evaluación continua, no es como una universidad normal al uso donde sólo tienes exámenes en enero y junio, sino que la Facultad de Medicina de Albacete acostumbrados a estudiar a diario muchas horas y los fines  de semana porque tienes un examen cada poco tiempo, hace que la prueba del MIR sea más fácil. 

Otra de las cosas diferenciales del centro albaceteño es que los exámenes con paciente simulado, lo que se conoce como ECOE lo tenemos implementado desde tercero de carrera hasta sexto, mientras que en el resto de facultades de Medicina españolas, en la mayoría de ellas, sólo está en sexto. De esta forma, a la hora de empezar a ver pacientes, por ejemplo en Urgencias, que es donde rotamos en el inicio de la residencia, la formación práctica recibida marca una diferencia a nuestro favor. 

 

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