Editorial

García-Page anunció una moratoria sobre las macrogranjas de porcino

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En la inauguración del nuevo consultorio local de Cenizate, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, anunció que la Junta de Comunidades inicia una moratoria sobre las solicitudes y tramitación de nuevos proyectos de macrogranjas de porcino en todo el territorio castellano-manchego. El dirigente regional aseguró que tratarán de evitar «la soberbia» y tratar de «escuchar» a todas las partes afectadas.

La instalación de macrogranjas en el medio rural suscita un debate acalorado que desemboca en un fuerte rechazo social en algunos municipios de la región. Ante este panorama conflictivo, García-Page manifestó que la Junta de Comunidades debe «establecer un diálogo sereno sobre la normativa que debe regir este tema compatibilizando el sector económico y ganadero de la Comunidad Autónoma con las necesidades de sostenibilidad ambiental». Y es que los intereses económicos chocan con el bienestar de los vecinos -normalmente de municipios situados en la denominada España vaciada, con pocas oportunidades de desarrollo-.

El debate sobre las macrogranjas está muy candente en Castilla-La Mancha. Grandes empresas cárnicas de dentro y de fuera de la región intentan desarrollar proyectos en un área de influencia para nutrir a sus mataderos de materia prima con un modelo de integración ganadera que cuenta con emprendedores locales para establecer macrogranjas en determinados municipios. Enfrente se sitúan movimientos ecologistas y vecinales que ven peligrar su bienestar por la llegada de estas granjas a sus entornos.

Las posturas están más encontradas que nunca, por lo que es necesario realizar un análisis pausado y concienzudo para alcanzar una solución que compatibilice los intereses de todas las partes implicadas.

Los pequeños municipios tienen serios problemas para conseguir captar proyectos económicos con los que poder arraigar a las familias y tener alguna garantía de supervivencia en el futuro. Una de las soluciones está en la agricultura y ganadería, pero entendida de una forma moderna y respetuosa con el entorno y con los propios animales que se crían en las granjas.

Por otra parte, la producción de carne para abastecer los mercados es necesaria y en algún lugar habrá que crear granjas para satisfacer las demandas de los consumidores, porque el desabastecimiento puede ser catastrófico.

Es una patata caliente que nadie quiere tener en sus manos, pero es imprescindible solucionar, por el bien de todos. La Junta quiere aportar ese punto de cordura en el debate, habrá que dejarla que estudie la problemática y que saque conclusiones para que la sociedad acabe ganando.