Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


El PP no aprende

24/02/2022

Increíble, el PP la ha liado otra vez. Vuelve, tropezando de nuevo en las mismas piedras, a topar con una situación de trifulca interna y en la que los muertos no le caben en el armario que, como el camarote de los hermanos Marx, está ya hasta los topes. El PP no aprende y es incapaz de regenerarse y abordar con un mínimo de rigor las crisis que ellos mismos se provocan y retransmiten en directo el aquelarre emprendido durante estos días en su madrileña sede de la calle Génova, donde se ubica ese edificio que a Casado ni le han dado tiempo para vender; un edificio lleno de cacofonías de los fantasmas perseguidos por la corrupción, los espionajes y las conjuras que han caracterizado ya desde hace muchos años a este partido envuelto en prácticas de mafias políticas como la de esta historia en la que cambian los protagonistas pero no el guion.
Ahora ya tenemos una nueva víctima, otro cadáver político que en las últimas horas ya solo lucha, consumada la derrota, por salvarse de la humillación. Pablo Casado no quiere terminar como el héroe troyano Héctor arrastrado por la cuadriga del vencedor, carro de combate que en este caso no manejaría Aquiles, sino la reina amazona del PP, Isabel Díaz Ayuso. Casado creyó dar con el talón indefenso de la heroína madrileña pero falló y ha perdido el combate. Ni calculó bien sus evidentes debilidades ni calibró en su verdadera dimensión la fortaleza que atesora Ayuso. A Casado, al final, solo le ha sido fiel Teodoro García Egea, pero al murciano ya hacía tiempo que se le tenía preparado el espacio para su cabeza en la sala de trofeos de la maldecida mansión de la calle Génova.