Desde el pasado mes, el Jardín Botánico de Casilla-La Mancha forma parte de la Botanic Gardens Conservation International (BCGI), la red de Jardines Botánicos Mundiales, con sede en Inglaterra; una  organización que, según explica el propio Jardín en su página web y el director de este espacio natural, Pablo Ferrandis, representa a los jardines botánicos de todo el mundo. 
 Como es conocido el origen de estos jardines y de los zoos viene a coincidir en el tiempo con el periodo del colonialismo europeo, allá por los siglos XVII y XVIII. Nacen con la idea  de traer hasta Europa desde África, Asia o América, aquellas especies de animales y vegetales que fuesen lo más exóticas posible y así poder mostrarlas al público. Siglos después, comenta Ferrandis, este concepto «ha quedado muy anticuado, hoy en día, lo que persiguen los jardines botánicos del siglo XXI, sobre todo, es la conservación de la biodiversidad, de la vegetación autóctona, más allá de la demostración propiamente dicha y en esto el de Castilla-La Mancha es muy moderno».
Ahora mismo detrás de esta red hay más  de 600 Jardines Botánicos  y más de 100 países implicados   

Pero es que, además, de entrar a formar  parte de la BCGI, el Jardín  Botánico de Castilla-La Mancha también lo es desde el pasado enero miembro de la Sociedad Española de Biología de Conservación de Plantas, SEBICop; una sociedad, según se explica en su página web, abierta a científicos, técnicos, gestores, botánicos  y a todos aquellos que estén interesados en la conservación de la flora silvestre, de manera que desde su constitución en 2003, ha estudiado y defendido la protección de la biodiversidad, ha servido tanto de foro de intercambio entre sus socios como de foro de comunicación entre conservacionistas vegetales,  y ha actuado como colaborador  ante las diferentes Administraciones responsables de la preservación del patrimonio natural e igualmente como voz crítica.

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