Un Albacete en inferioridad numérica sufrió su peor derrota

Toni Gutiérrez (ADG)
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4
Granada CF
0
Albacete Balompié
Finalizado
El equipo de Rubén Albés, que terminó con nueve futbolistas por las expulsiones de Boyomo y Álvaro, acabó goleado por el Granada

Moreno Aragón muestra la tarjeta roja a Boyomo. - Foto: ADG Media

En un encuentro condicionado por la prematura expulsión de Boyomo, el Albacete, que se quedó con nueve jugadores tras una nueva tarjeta roja a Álvaro Rodríguez al poco de recibir el 1-0, fue víctima de un Granada que se desató en los minutos finales. El equipo de Rubén Albés, en una noche aciaga, sufrió su derrota más contundente del curso ante un rival que estrenaba técnico, Paco López, y demostró su poderío en el Nuevo Los Cármenes. 

El partido, que había tenido un arranque muy dinámico en los cinco primeros minutos, se vio alterado al tener que jugar, casi desde su inicio, el cuadro manchego con un jugador menos. Antes de que Boyomo enfilara el camino de los vestuarios, Jorge Molina había avisado con un testarazo detenido por Bernabé y Callejón había buscado, sin éxito, la portería del equipo albaceteño con un disparo lejano.

Entre medias, en la primera transición de la escuadra de Rubén Albés, Duba había conducido el esférico y, al pisar la medialuna del área, soltó un golpeo con la zurda que atajó Raúl a ras de césped.

Todo cambió en el minuto siete. Boyomo dejó la plantilla en una disputa con Ricard en el costado izquierdo. El colegiado le amonestó con tarjeta amarilla. Sin embargo, advertido por el VAR, dos minutos después, tras ver la imagen del lance en el monitor, cambió el color de la amonestación y el central francés tuvo que enfilar el camino de los vestuarios, dejando a su equipo con un hombre menos.

Albés recompuso el desaguisado situando a Maestre en el eje de la zaga como acompañante de Djetei, con una línea de cuatro jugadores por delante e Higinio como referente en punta. Puertas, asistido por un incansable Jorge Molina, generó, camino del cuarto de hora, la primera ocasión desde la expulsión de Boyomo. Sin embargo, supo defender sin sufrir en demasía el Alba que, hasta un testarazo de Puertas cerca de la media hora, vivió tranquilo pese a la inferioridad numérica. El único sobresalto hasta el descanso llegó, a los 33 minutos, en un envío al área de Melendo que Callejón, de cabeza, convirtió en una dejada perfecta para Jorge Molina, que impulsó el balón a la red. El colegiado, para alivio del equipo manchego, anuló la jugada por fuera de juego de Callejón.

Pese a defender sin excesivos agobios, tampoco el Albacete tuvo mucho despliegue ofensivo. En su mejor asociación jugando en inferioridad, Manu Fuster se desplegó por el costado derecho, Duba vio su desmarque y el envío del futbolista valenciano al área se paseó sin encontrar rematador.

Los hombres de Albés tiraron de oficio para bajarle pulsaciones al duelo y, más allá de un tiro lejano de Víctor Díaz, que se fue a las nubes, y de un remate excesivamente cruzado de Neva en un contragolpe, la recta final del primer periodo resultó plácida para el Albacete pese a jugarse 51 minutos, a los que puso colofón Ignasi Miquel con un chut desviado.

Albés aprovechó el descanso para realizar la primera permuta y Antonio Cristian, un jugador más específico para el eje de la defensa, relevó a Maestre. Y la segunda mitad empezó con doble susto para el Albacete, aunque con remates propios. Duba, en su intento de despeje de un remate de Meseguer, estuvo cerca de hacer un autogol. Lo mismo que le sucedió a Djetei cuando, para tapar un centro de Puertas, se fue al césped y la pelota, tras golpearle, acabó muy cerca del palo izquierdo de la portería de Bernabé.

Sí acabó en las mallas un remate raso de Higinio ante Raúl a los 51 minutos. Sin embargo, el colegiado, que había dejado finalizar la jugada, la anuló por posición antirreglamentaria del delantero murciano al recibir el perfecto pase al espacio de Manu Fuster.

Sin embargo, el que sí subió al marcador, un par de minutos después, fue el tanto del conjunto nazarí, gestado una incursión por el perfil derecho del ataque local, en el que Ricard sorteó a Julio Alonso con un regate de tacón. Su centro lo despejó Djetei con la cabeza, aunque el balón llovido lo remató al caer Callejón cruzándolo lejos del alcance de Bernabé. Sí evitó el cancerbero sevillano el 2-0 con una soberbia estirada a un lanzamiento de falta de Callejón.

El sombrío panorama para el Albacete se oscureció todavía más cuando, a la hora de juego, Álvaro Rodríguez vio la tarjeta roja directa en una disputa con Víctor Díaz, en otra decisión que el colegiado adoptó después de ser advertido por el VAR y revisar la acción.

Con solo nueve jugadores y el marcador adverso, Albés optó por dar entrada a Attipoe y Rubén Martínez. El posible efecto revulsivo, tras situar un 4-3-1, saltó por los aires cuando Puertas alcanzó la línea de fondo por la izquierda y Ricard envió el centro de su compañero a gol para dejar casi sentenciado el encuentro.

Nuevamente con Manu Fuster como asistente en una jugada replicada de la que se le invalidó a Higinio antes del 1-0, Rubén Martínez se presentó ante Raúl, que le ganó la partida con una mano salvadora en el uno contra uno. Posteriormente fue invalidada por la posición de fuera de juego del jugador menorquín.

Bryan Zaragoza, un tormento con su electricidad para un equipo desgastado, marcó el 3-0 y una jugada suya supuso el 4-0 después de golpear en Antonio Cristian, epílogo a una noche de infortunios y para olvidar del conjunto albaceteño en Granada.

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