"Llevamos años pidiendo que se valore nuestra discapacidad"

Teresa Roldán
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La presidenta de AMAC, reconocida en el Día de la Mujer por el Gobierno de Castilla-La Mancha, opina que hoy en día, "la gente ha perdido el miedo a las revisiones de las mamas"

Llanos Sánchez, presidenta de la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama y Ginecológico. - Foto: Rubén Serrallé

El Gobierno de Castilla-La Mancha reconoce este año con motivo del Día de la Mujer a Llanos Sánchez, presidenta de AMAC. Un premio merecido que esta albacetense se ha ganado a pulso, con una trayectoria personal y familiar marcada por el cáncer de mama, una enfermedad que incluida ella han padecido hasta 23 mujeres de su familia. Llegó a AMAC hace 12 años en busca de ayuda para afrontar el cáncer de mama que le habían diagnosticado y que sufrió por partida doble y dos años después empezó a presidir y trabajar como voluntaria en este movimiento asociativo, que ocupa buena parte del tiempo libre que le deja su trabajo como vigilante de seguridad en el aeropuerto de Albacete. Con sólo 14 años tuvo que dejar la escuela y cuidar a su madre enferma de cáncer de mama, años después, cuando vivía en Palma de Mallorca, hizo lo mismo y se vino a Albacete a cuidar a su hermana, afectada también de este tumor. En estos años que lleva al frente de la asociación, Llanos no ha dejado de pelear por mejorar la calidad de vida de las  mujeres con cáncer de mama y ginecológico, ni de escuchar y acompañarlas para mitigar el sufrimiento que el cáncer les causa. Una tarea diaria que forma parte de su ADN.

¿Se esperaba este reconocimiento o ha sido toda una sorpresa?

No me lo hubiera imaginado que en Toledo se acordaran de mí a nivel personal, disfruto eso sí pensando que es un premio a la trayectoria de la Asociación de Mujeres Afectadas de Cáncer de Mama y Ginecológico de Albacete (AMAC), tras más de 22 años de andadura. 

¿Este premio llega en un momento delicado y duro para la asociación por las dificultades que, como otras entidades, ha atravesado por los efectos de la pandemia, y por la pérdida de una vida humana fundamental en la familia de AMAC, no?

Es cierto, una de las cosas más importantes que hay que resaltar de esta asociación es el voluntariado, que no es una cosa que abunde mucho, y las personas que como yo voluntariamente dedican su tiempo a ello es con las que quiero compartir este reconocimiento, con una mención especial a Aranzazu Bleda, porque ha sido un ejemplo de voluntariado, de compañera y de mujer. Este premio va dedicado a ella y cuando me llamaron para comunicármelo me acordé de lo que ella, la vicepresidenta de AMAC hubiera disfrutado de este galardón. 

¿De qué manera desde una entidad como AMAC, que representa a mujeres, se lucha por la igualdad?

El cáncer de mama es el que más afecta a las mujeres física, social, laboral y psicológicamente, por la sensibilidad que genera en las afectadas desde su detección y por los problemas socioeconómicos que acarrea, que son enormes. Porque sabemos que las mujeres estando bien tenemos más problemas para buscar nuestro sitio laboral, cuanto ni más si estamos enfermas y arrastras secuelas por el tratamiento. El cáncer genera en este sentido muchas situaciones que son dramáticas.

¿AMAC ha sido en estos 22 años el paño de lágrimas de cientos de mujeres que sufren y sobreviven a un cáncer de mama o ginecológico?

Sí, no sólo al principio, sino durante toda la enfermedad y durante las secuelas que deja ésta, como el linfedema, y por ello llevamos años tratando de conseguir que se nos valore una discapacidad que sea respetuosa con lo que es esta enfermedad, aunque sea el 33%, que no conlleva ningún beneficio económico, abre muchas puertas en el mundo laboral a las mujeres.

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