A pesar de todo, más líder

Diego Izco (SPC)
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El triunfo en Vallecas reforzó la candidatura de un Real Madrid en el que se empieza a apreciar cierto agotamiento, la desconexión de Vinícius o Casemiro, y la gran dependencia de Courtois

El delantero Karim Benzema es la gran esperanza blanca para que el equipo elimine el próximo 9 de marzo al PSG en el Bernabéu. - Foto: Jon Nazca (Reuters)

Una hoja menos en el calendario, tres puntos más. El Madrid se acercó el pasado sábado un poquito más hacia el título de Liga tras el 0-1 de Vallecas, pero no existe algo ni remotamente parecido a un ambiente de «satisfacción plena» en el madridismo. Como ese vehículo que llega al destino pero hace 'ruidos extraños', el líder da la sensación de que se llevará el título viviendo de las rentas. Como en Vallecas.  

No estuvo fino Ancelotti en la sala de prensa: «Puede que me equivoque, pero no veo nada negativo». Sin embargo, la sensación generalizada es que el grupo va con el gancho. El cansancio generalizado parece el síntoma más plausible para la plantilla: hasta ocho futbolistas (Courtois, Militao, Alaba, Casemiro, Kroos, Modric, Benzema y Vinícius) han jugado alrededor (o más) de 2.000 minutos. 

Solo ha habido reparto o rotación obligada (por lesión) en los laterales y en el tercer 'pico' del tridente ofensivo, donde Asensio es el que más minutos ha disputado. Del resto de la plantilla, únicamente Valverde supera la barrera de los 1.000 minutos en Liga. La diferencia entre titulares y suplentes es brutal, y en el madridismo sigue vivo el temor a que el equipo se le caiga a Ancelotti entre los dedos como sucedió en la 14/15, cuando pasó de ser un favorito sin discusión (o lograr aquel récord histórico de las 22 victorias seguidas) a perderlo absolutamente todo en la segunda mitad del curso. 

El bajón

Esa carga de minutos ha 'tocado' algunas piezas fundamentales en el engranaje blanco, y la afición señala a dos: Casemiro y Vinícius. De un modo inexplicable se han evaporado. El mediocentro es, hoy por hoy, la zona más débil del triángulo mágico blanco: lleva 35 partidos jugados (se ha perdido tres) y aunque es de los máximos recuperadores del equipo (7,52 por encuentro) también es de los que más pelotas pierde (11,91). Ancelotti no se fía de Camavinga, ve a Valverde más como un llegador que como un 'stopper' dedicado a la contención y a Kroos (32 años, 15 temporadas en la élite) no le alcanza para abarcar el campo que sí ocupa el brasileño. 

El caso del ariete es más llamativo que el de su compatriota, porque hasta la Supercopa (y el posterior viaje con Brasil) estaba ejerciendo de 'crack'... pero desde entonces apenas acumula un gol y dos asistencias sobre el total de 16 y nueve de la temporada. Ha perdido alegría y velocidad, y eso se notó en Vallecas, donde su lenguaje corporal es el de un futbolista que se quedó sin 'duende'. «Vini está muy bien, nos dio un gol ante el Alavés, ahora una asistencia ante el Rayo...», decía Ancelotti, consciente de que debe recuperarle cuanto antes. 

Aguantan

Este Real Madrid vive ahora 'colgado' de tres genios como Courtois, Modric y Benzema. El guardameta volvió a sostener al equipo (seis paradas) para que llegase el momento de sellar los tres puntos: Benzema puede estar realizando un mal partido, pero a veces le basta solo un toque para cambiarlo. Y el croata es el único medio que llega fresco a cualquier parte del campo.